Cumplió años recientemente monseñor Milton Ruiz, fundador de la Universidad Católica de Santo Domingo y expárroco de excelente labor social y religiosa en la iglesia Cristo Salvador del sector Honduras. Por tal motivo recibió nuevamente los reconocimientos y el aprecio de familiares y amigos, seguidores de su fructífero apostolado en el seno de la Iglesia Católica. El presbítero Ruiz, nacido en San Pedro de Macorís un 4 de diciembre, se constituyó voluntariamente y en respuesta incondicional a una feliz iniciativa de otras personas, en el artífice que hizo surgir como de la nada la que es hoy una respetable y valiosísima institución académica: la Universidad Católica Santo Domingo.
Esta meritoria entidad fue pues, en buena parte, fruto del esfuerzo denodado del padre Ruiz. En un principio, la mayoría de los gastos de la naciente universidad eran cubiertos gracias a gestiones de recolección de fondos en la sociedad que realizaba el hoy monseñor Ruiz. Al tiempo de ser el primer rector de la UCSD, por allá por los años 80, siguió a cargo de su dinámica parroquia de Cristo Salvador hacia la que atraía a muchos jóvenes del entorno, haciendo crecer la feligresía.
Desde el primer momento, y en medio de las precariedades lógicas de los comienzos, la Universidad funcionaba dispersa entre el convento Santa Clara y el Colegio Santo Domingo. Luego alcanzaría respetables dimensiones y utilidad para la sociedad dominicana que envía numerosos bachilleres y profesionales a sus aulas. Su calidad de enseñanza es muy reconocida.
Monseñor Ruiz sufrió un accidente cerebro vascular -años atrás- después de haber dejado la rectoría de la UCSD, centro en el que pasó a predominar en su momento una respetada fundación privada. Sin embargo no ha dejado de ser, esencialmente y por definición, una dependencia académica de la Iglesia Católica. El Padre Ruiz está incapacitado para todo ejercicio religioso y desde que enfermó su manutención se logra, mayormente, por la generosidad de particulares que cubren parte de sus necesidades a falta de un apoyo institucional pleno, como merece.