¿Cumpleaños feliz?

¿Cumpleaños feliz?

POR EMILIO JOSE BREA GARCIA
Santo Domingo estuvo de cumpleaños el jueves 5 de agosto. Entre desacuerdos de historiadores y reclamos políticos municipales, los munícipes no saben bien si son 508 ó 506 los años de la fundación de la villa primigenia.

Hay por lo menos en acuerdo aceptado y arrancado al tiempo. Que en 1502, la villa fue trasladada de margen en el río Ozama y pasó a ocupar la rivera occidental desde donde se irradió fecunda, fortaleciendo un asombroso asentamiento que no sería sino cuatrocientos años después cuando se consolidaría. Los estudiosos atribuyen al gobernador Nicolás de Ovando la gestión e iniciativas del momento para llevar a cabo el traslado y la construcción de 9 casas en 7 años, una proeza de la época, casi perfectamente alineadas en una comunión armónica pocas veces vistas en procesos fundacionales en América y en medio de un creciente tráfago esclavista entre nativos que servían de mano de obra bruta en el levantamiento de los porteros de piedra que todavía se muestran impertérritos en la calle Las Damas. Pero en esa misma calle de balances construidos, aparece desproporcionada por su inmenso espacio y su descomunal estructura puntual, la Torre del Homenaje de la Fortaleza Ozama, que no siempre fue urbanismo cañonero que la corona impuso en América. En vez de defender la villa desde la orilla opuesta, la fortaleza se construye en el lado occidental y así se integra a la trama urbana en crecimiento poniendo en riesgo la plaza civil y religiosa de la fundación original. Desde entonces ha sido el urbanismo contingencial y militar en que ha pautado las normas de desarrollo físico de la ciudad capital dominicana. Escenario de guerras y levantamientos, revoluciones y caudillos, libertades y reclamos, invasiones y desembarcos, Santo Domingo ha sido siempre una tramoya para el zafarrancho. En los 22 años de la ocupación haitiana (1822-44), parece que no hubo el tiempo o un personaje megalómano, como Henry Christopher, para que hiciera levantar uno de esos portentos ciclópeos que como La Citadel (La Ferriere) dominan la imaginación de quienes lo pueden ver. Fueron los norteamericanos en sus ocho años de ocupación del territorio (1916-24), los que acondicionaron las bases para que se impusiera la estructura militar que posteriormente y casi de inmediato, gobernó al país por 31 años, con la dictadura de Trujillo (1930-61). Un plano cualquiera de la época, evidencia la ocupación militar y de control represivo que accionaba sobre el territorio urbano en esos tiempos. El mejor elaborado es el de 1956 («Año del Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva») y allí se pueden identificar los asentamientos militares dispersos por la geografía urbana, apenas una docena de fortalezas, entre arsenales, sedes de transportación, departamentos de investigaciones, lúgubres centros de torturas y aparentemente simples sub comandancias.

El golpe mortal al urbanismo humanista se le confirió a la ciudad a partir de 1965. Las emboscadas a los blindados del CEFA en las esquinas 30 de marzo, con San Martín y Teniente García Guerrero, ocasionan más de una reflexión sobre la fragilidad de la trama urbana de la capital y casi de inmediato, 1969, empiezan los trabajos de apertura de un «corredor» que libera las posibilidades tránsito entre el este y el oeste, y viceversa. Todavía, con el cúmulo de conflictos en torno a la 27 de febrero, los urbanistas no se ponen de acuerdo sobre si realmente se necesitaba esa avenida. Intervenida profundamente a partir del 1995, actualmente la medular arteria no ha podido resolver sus particulares problemas de rodamiento y sus intervenciones evidencian que paneas han sido trasladados sus problemas mientras persisten los entaponamientos, ahora, además en sentido norte sur y viceversa. Si a esto se agregan los permanentes problemas de hacinamientos, promiscuidad barrial, recolección de basuras, falta de energía, aguas, pérdida del equilibrio ecológico urbano, agresiones visuales, contaminación sónica y desparpajo de las autoridades, vale preguntarse, ciertamente se puede desear a la ciudad un cumpleaños feliz?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas