RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
A diferencia de la administración pasada, que fue incapaz de cumplir con dos revisiones sucesivas del acuerdo con el FMI, uno de los pocos casos por cierto en la literatura de los programas con este organismo multilateral, este gobierno ha cumplido con suficiente holgura los criterios cuantitativos de desempeño, las metas indicativas, así como la mayoría de las reformas estructurales. El presidente Leonel Fernández y su equipo económico estaban conscientes de la necesidad de negociar un nuevo acuerdo con el FMI y cumplir con las metas acordadas para reforzar la credibilidad de los agentes económicos, abrir las puertas a recursos frescos del exterior y la renegociación de la deuda externa.

Partiendo de esas premisas el equipo económico dedicó varios meses a la negociación del programa con el FMI, mientras la disciplina fiscal y monetaria se encargaban de crear las condiciones para la sostenibilidad del futuro acuerdo Stand-By.

El primero de febrero de este año el directorio del FMI aprobó la carta de intención y tanto en el mes de marzo, así como el pasado mes de junio las autoridades, tanto del área fiscal como la monetaria, pasaron con notas excelentes las revisiones realizadas por parte de los técnicos del FMI en lo relativo a los denominados criterios cuantitativos de desempeño y las metas indicativas.

En relación a los criterios cuantitativos de desempeño en la parte monetaria, el techo de los activos internos del BC (dinero en circulación menos reservas internacionales netas) de acuerdo al programa podía llegar a RD$24,500 millones, sin embargo ascendieron en junio a RD$7,426 millones para un sobre-cumplimiento de 69.7%. El piso para las reservas internacionales netas del programa (excluyendo depósitos de encaje US$) para junio era US$200 millones y las autoridades lograron superar la meta en 189% para situar las RIN en US$578 millones. En término de las metas indicativa, la base monetaria (excluyendo reservas de depósitos en moneda extranjera) tenía un techo en el programa de RD$91,800 millones y las autoridades lograron cumplirla con RD$89,652 millones.

Así como las autoridades monetarias se han esmerado en cumplir la parte que le corresponde, es de justicia reconocer la estricta política fiscal del gobierno, a pesar de las demandas y presiones para incrementar el gasto, lo cual ha permitido obtener un superávit (acumulado desde septiembre del 2004) de RD$7,540 millones cuando el programa permitía un déficit de RD$6,600 millones. La acumulación bruta de atrasos externos fue nula mientras la contratación de deuda externa apenas llegó a US$173 millones inferior en US$481.7 millones a lo que permitía el programa. En la única meta indicativa fiscal, el sector público no financiero podía exhibir un cambio de RD$5,000 millones en el crédito neto con el sistema bancario interno, sin embargo se produjo una transferencia neta de RD$7,925 millones, cumpliéndose esta variable con una holgura de 258%.

Este cumplimiento de metas, conjuntamente con la recuperación económica, ha permitido que los principales indicadores macroeconómicos hayan sido superados, a saber el crecimiento del PIB en el semestre fue de 5.8%, para un estimado en el programa de 1.5%; el tipo de cambio a final de período fue de 29.08 mientras el programa estimaba 37.10 y la tasa de inflación de 0.82% fue inferior al estimado de 5.17%, a pesar del choque petrolero y su incidencia en los precios de una serie de bienes y servicios.

Aparte de las metas macroeconómicas el programa con el FMI contempla reformas estructurales que han sido cumplidas en su totalidad, con excepción de las que dependen de la aprobación del Congreso. Así las autoridades monetarias y financieras han concluido prácticamente con todos los reglamentos de la Ley Monetaria y Financiera, fueron recapitalizados los pocos bancos que no cumplieron con el indice de solvencia de 12%, mientras el BC ha cumplido con el cronograma relativo a la realización de sus activos y de los bancos quebrados, realizó una subasta de cartera por US$150 millones y en los próximos días dará apertura a una nueva licitación de cartera y propiedades inmobiliarias.

En el área fiscal el gobierno ha enviado al Congreso un paquete de leyes dirigidas a mejorar la eficiencia, transparencia y responsabilidad en el manejo del presupuesto y en los próximos días someterá una reforma impositiva, cuya presentación, como indica el programa, debió ser adelantada por el ingreso del país al CAFTA.

El cumplimiento con holgura de todas las metas del programa con el FMI, además de dar sostenibilidad al acuerdo, refuerza los niveles de credibilidad de las autoridades, mejora la imagen del país en los mercados de capitales y permite continuar consolidando el proceso de estabilidad con crecimiento.