“Cumplí la promesa de ser campeón”

“Cumplí la promesa de ser campeón”

En el marco de su preparación en ruta al Invitacional Mundial de Tenis de Olimpíadas Especiales, Juan Alfredo Reyes prometió ganar para su República Dominicana la medalla de oro.
Dicho y hecho, porque el pasado lunes, Reyes convirtió en realidad lo que se había planteado como una meta: se adjudicó la presea dorada en la modalidad de sencillos del grupo M01 del nivel 2.
Más aún, se convirtió en el primer dominicano en ganar oro en la justa que reune a más de 230 competidores de 30 países y que tiene como sede el Parque del Este.
“Lo prometí y lo cumplí, dije que sería campeón y soy campeón”, proclamó Reyes al conversar ayer con este redactor, mientras era observado por sus padres Juan Reyes Frómeta y Justina Peña, además de su tía Nelly Peña.
El campeón Reyes recibió su presea dorada de manos de la primera dama de la República, Cándida Montilla de Medina.
“Nunca pensé que ganaría el oro, aunque no me sorprendió porque Juan es un apasionado del tenis, le encanta la práctica de este deporte”, dijo su madre Justina.
Añadió que su hijo es muy aplicado y que pone mucha disciplina y empeño en lo que hace.
Expuso que apenas tenía seis meses en la práctica del tenis, debido a que antes su inclinación era por la natación.
Lo mismo que la madre, Reyes Frómeta, el padre de Juan Alfredo, muestra gran orgullo por su hijo.
“Es un verdadero ejemplo de superación”, dice.
Destaca que Juan Alfredo es estudiante de música y que se desempeña como ayudante de profesor en terapia en el Centro Ocupacional Grip Group, donde recibe una “pequeña” remuneración por su labor.
“Hizo algunos cursos en el Centro de Rehabilitación y lo más importante es su disciplina, lo que se refleja en esa medalla de oro que recién ganó y que nos hace sentir muy orgulloso de él”, dijo.
Su tía Nelly también ha estado cerca de su sobrino y ha disfrutado por lo alto la medalla de oro de Juan Alfredo.
“Este triunfo nos llena de satisfacción y damos gracias a Dios por este gran logro”, añadió.
Entiende que ello debe servir de ejemplo para los padres que tienen hijos especiales y brindarle todo el respaldo posible, igual a como lo hacen los de Juan Alfredo. “Estamos agradecidos de Dios”, concluyó.

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