Cuando vea la luz esta colaboración, el proceso electoral habrá finalizado y probablemente estaremos escuchando las impugnaciones, denuncias de fraude, amenazas de rebeldía, acusaciones y contra-acusaciones que siguen habitualmente a estos eventos. No se comentará la gran abstención porque no es beneficioso para los controladores del sistema la divulgación del hecho de que la mayoría no les cree y se justificarán diciendo que en otras latitudes la abstención es igual o mayor y que todo fue exitoso, a pedir de boca, como se había previsto.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) es la organización política con una cantidad de afiliados y simpatizantes suficientes para hacer oposición al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en el poder, pero su desempeño ha sido tan penoso (aún cuando gobernó) que su desgaste y debilidad hacían previsible, sin esfuerzo analítico, su derrota electoral. El PRD no ha sabido ser protector ni guía para los desposeídos; no ha incidido en otras organizaciones políticas ni de la sociedad civil (juntas de vecinos, clubes, sociedades de campesinos, sindicatos, etcétera) para demostrarles capacidad de apoyo logístico y económico en sus demandas y, si en algún momento lo ha hecho, ha sido con timidez que envalentona a los que ahora disfrutan del poder; eso, aparte de un pésimo manejo de las pugnas internas, producto de ambiciones personales que no han sabido controlar.
Por todo eso, a la historia de este 16 de mayo puede dársele el titulo de CUPA o Crónica de una pela anunciada ya que, por más que corriera el debilucho PRD su papá-Leonel-PLD se la daría de cualquier manera, diciendo con cada correazo: Pa que aprenda a hacer oposición , pa que aprenda .. pa que aprenda…