Cuqui BATISTA
“Un Patrimonio de la Arquitectura Criolla”

<STRONG>Cuqui BATISTA</STRONG><BR>“Un Patrimonio de la Arquitectura Criolla”

Por Susana Veras
Fotografías: Tony Núñez

Como “Patrimonio Viviente de la Arquitectura Dominicana” fue reconocido el pasado fin de año el arquitecto santiaguero Cuqui Batista por sus aportes y trayectoria laboral en este importante renglón.

La distinción fue realizada por la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana, donde Batista fue definido como “un ciudadano de la vida”, que ha realizado una importante obra a favor del desarrollo y crecimiento de la arquitectura a nivel nacional.

Su personalidad refleja mucha lucidez, tranquilidad y seguridad, aspectos que de forma evidente, han regido su vida personal y profesional.

Batista hijo de los señores María Consuelo Bisonó Hernández y Manuel Antonio Batista Curiel, nació el 6 de junio de 1925. Sus primeras maestras fueron las francesas María y Clara Esperón en Gurabito-Santiago y luego lo influyen en su preparación y formación don Sergio Hernández, Antonio Cuello, Casimira Heureaux, Claudio Fournier, Andrés Avelino, Amos Sabrás, Guillermo González, Wright, Le Corbusier, Gropius, Mies, Neutra, entre otros.

Sus estudios universitarios los realizó en el campus Santo Tomás de Aquino Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD y vivió en la ciudad capital en el período 1945-1961, donde laboró y plasmó muchas de sus huellas arquitectónicas.

 Batista formó parte de grupos Begev & Asociados, Tisa y entre sus dibujos pueden citarse el Palacio de Bellas Artes en Santo Domingo, el Estadio de la Ciudad Ganadera, la vieja Suprema Corte, así como escuelas, casas en urbanizaciones, residencias, Cuerpo de Bomberos, sede del Partido Reformista, Edificio Profesional, oficinas del BNV, entre otras importantes obras en Santiago y el país.

Entre sus  principales aportes en el renglón arquitectónico figura la  eliminación de altura a la construcción de 3.30 a 2.40, suprimiendo dinteles para el logro de no acumulación del calor dentro del local, así como la reducción en el tiempo de construcción.

Además plantea la exigencia de un nuevo pensum para el estudio de la arquitectura, apoyado en una extensa base de geometría descriptiva y el dibujo de la historia en función de la tipología de la construcción hasta la desaparición de la tipología.

Son muchos y significativos cambios en los que Batista ha participado como la introducción de la rampa 12 por medio en las edificaciones de oficinas, escuelas, casas de familia y apartamentos. Además  genera la planta para torres, con niveles y descansos con escapes rápidos por tubos. Entre otros aspectos técnicos destacan las escuelas verticales servidas por rampa, plantas de casas circulares y logra diseños de viviendas o edificios sin calor, así como torres asísmicas por simetría y estructura, estos detalles técnicos, pero muy valorados dentro de la arquitectura.

Cuqui Batista plantea la arquitectura como ciencia y no como arte, además de que a su juicio debe enseñarse bajo un enfoque estrictamente científico. Planteando la urbanización de la ciudad, zonificada para evitar taponamiento de vías en horas pico, dando circulación sin pérdida de tiempo y dinero a la ciudadanía y dando soluciones reducidas para viviendas unifamiliares.

De igual forma Batista plantea que ha de diseñarse para el lugar emplazante y sus incidencias, a la par de generar una planta con separación de funciones o privacidad entre dependencias interiores, cumpliendo con evitar promiscuidad con edificios laterales o traseros vecinos y que todo diseño arquitectónico-urbanístico debe ir a vistas públicas para garantizar su inversión.

Cuqui Batista está casado con Rosa Idalia García Hernández, reconocida gestora cultural del país con quien procreó a Ava Mía e Ira Ina.

A sus 81 años de vida, Cuqui Batista establece que “se haga arquitectura sin antojo”, dentro de un canon científico auténtico, como posible apoyo de solución a las finanzas del estado, así como la sostenibilidad global en búsqueda hacia el logro de una lucidez superior para la vida humana en este siglo XXI.

En la actualidad don Cuqui lee y escribe y se mantiene en constante búsqueda de información lo que podría conllevar algún tipo de publicación en un futuro cercano.

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