El padre Luis Rosario abogó ayer por un verdadero cambio en el corazón de los dominicanos y dijo que cuando en el hombre hay un verdadero cambio termina la corrupción, el afán desmedido de poder y termina la mentira y la forma de contradicción por intereses políticos.
Pidió a la población que aproveche lo que resta de la presente cuaresma para integrarse a los esfuerzos de la Iglesia para tratar de buscar las bases para un cambio espiritual.
Resaltó la necesidad de que los fieles católicos se integren a los esfuerzos de la Iglesia para impulsar las bases para un cambio interior, buscar una forma de pensar diferente y propiciar una actitud de reflexión.
Si los políticos están hablando de cambio, hay que pensar que el verdadero cambio comienza en el corazón humano y cuando es verdadero termina la corrupción, el afán desmedido de poder, la mentira y la forma de contradicción por intereses políticos, dijo.