Unos 42 niños y adolescentes haitianos afectados por el terremoto que sacudió a su país el pasado martes 12, eran alimentados y medicados ayer en los hogares Vida y Esperanza, así como en Posada de Belén, en la carretera Sánchez del Distrito Nacional. Pero hay necesidades.
Entre las urgencias de los hogares están una planta eléctrica de emergencia, ya que el servicio es precario; tinacos para almacenar agua, bebederos, camas dobles, cunas, comida fresca para consumo inmediato que pueden ser órdenes de compra en carnicerías y centros comerciales, sillas de ruedas para niños, muletas y andadores de niños y prótesis.
Los últimos refugiados en llegar ayer fueron cuatro recién nacidos trasladados desde el Hospital Infantil Robert Reid Cabral y dos que llegarían este martes desde la Maternidad luego que sus madres fueran llevadas a la Posada de Belén embarazadas de donde fueron trasladadas al hospital listas para parir.
Los infantes llegaron también del hospital Darío Contreras, desde el Taiwán, en Azua y de otros en Jimaní, en la frontera. Reciben atenciones de primera, porque así lo requiere la situación en que se encuentran, expresa el sacerdote Manuel Ruiz, director de los centros.
Las claves
1. La dirección de hogares
El hogar Vida y Esperanza y el Posada de Belén está en el kilometro 10 y medio de la carretra Sánchez, Distrito Nacional.
2. Las necesidades
Entre las necesidades más perentorias en los hogares están una planta eléctrica, tinacos, camas dobles, cunas, muletas, prótesis y juguetes.