Cura Darío Taveras muere de neumonía, citan legado

Cura Darío Taveras muere de neumonía, citan legado

Falleció a los 85 años de edad el sacerdote Darío Taveras

Falleció a los 85 años el sacerdote Darío Taveras, uno de los más emprendedores y activos de los Misioneros del Sagrado Corazón, congregación de la que fue Superior en dos ocasiones. También dirigió la revista católica “Amigo del Hogar”. Estuvo recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica La Unión, de Santiago, donde fue ingresado por una neumonía.

Propulsor de iniciativas como el Centro Vocacional de los Misioneros del Sagrado Corazón, en Licey al Medio, fundación de la Pascua Juvenil, que reúne a jóvenes durante la Semana Santa en oración, lecturas, prácticas deportivas.

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También Casa Abierta, creada en 1968 para “desarrollo sano de la mente”. Además, el Centro Monte de Oración, en San Víctor, Moca, en elevada montaña para compartir y cultivar la vida espiritual, reflexionar, orar, descansar.

Inaugurado en 1983 y en sus casitas típicas, capillas, salones de conferencias celebran encuentros y retiros de laicos y clérigos.

Impulsó la Casa Universitaria Montesino (CUM), residencia que aloja a estudiantes de lugares apartados proporcionándoles alimento y disciplina. Está en la Zona Universitaria, cercana a la UASD, donde Taveras realizaba labor pastoral.

Fundó un centro similar en Santiago para discípulos de la PUCMM que no residen en esa ciudad.

Creador de la Fundación Monumento Viviente durante la celebración de los 500 años de Descubrimiento y Evangelización de América, formada por seis instituciones sociales y de servicios: escuela Flor del Campo, Hospital de Ojos Monumento Viviente, Botica Comunitaria Corazón de Jesús, Guarderías Flor Silvestre 1 y 2, Hogar de Ancianos Tres hermanas, Ermita Nuestra Señora del Sagrado Corazón y Escuela Técnica Casa Abierta.

Otro de sus frutos es la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús.

Taveras fue Superior Provincial de la orden durante 12 años, y estuvo de misionero en África, Curazao, Aruba y Haití.

“Sencillas, pero profundas”. Domingo Héctor Darío nació en Licey al Medio, Santiago, el 22 de julio de 1939, primero de cinco hijos de Dominga Taveras y Eliezer Rodríguez. Realizó estudios primarios en la escuela rural de su natal y los continuó en el colegio Padre Fantino, del Santo Cerro, La Vega.

Cuando cursaba el octavo grado de la intermedia ingresó al seminario Santo Tomás de Aquino, en 1954, influenciado por el cura canadiense Cipriano Fortín.

Antes de ordenarse fue maestrillo y estudiante de francés en el centro de los Misioneros del Sagrado Corazón de San José de las Matas. Posterior fue admitido en Canadá, en 1958, donde realizó noviciado después de tres años en Quebec y Athabasca.

En la Universidad Laval estudió filosofía y teología, materia que enriqueció a su regreso al país en el Seminario Santo Tomás de Aquino.

Fue ordenado sacerdote el 16 de septiembre de 1967 en Eucaristía oficiada por monseñor Roque Adames, obispo de Santiago, y Emiliano Tardiff, entonces superior de los MSC. Cooperó con la expansión de la Iglesia Católica en Curazao y fue enviado a Roma para revitalizar la religiosidad de los misioneros. Párroco de la iglesia La Altagracia, de Santiago, en Santo Domingo y en otros pueblos.

Desde sus primeros años de ordenación fungió de asistente del Superior General de la Orden, en Roma. Darío Taveras es recordado por la feligresía y compañeros sacerdotes por su humildad y por sus sus homilías, definidas como “sencillas, pero profundas”.

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