Cura narra experiencia de secuestro en Haití

Cura narra experiencia de secuestro en Haití

FILE - Catholic priest Jean-Nicaisse Milien changes clothes before a Mass in Port-au-Prince, Haiti, Sunday, Nov. 7, 2021. Father Milien was kidnapped for 20 days along with other priests, nuns, and civilians in April by the 400 Mawozo gang who have been holding 17 members of a U.S.-based missionary group Christian Aid Ministries for more than 3 weeks. (AP Photo/Matias Delacroix, File)

Los secuestradores exigieron les diesen números de teléfono de parientes. Los llamaron y pidieron un millón de dólares

El padre Jean-Nicaisse Milien sintió el frío cañón de un revólver en su oreja derecha. El sacerdote haitiano y otras 9 personas acababan de ser secuestrados en las afueras de Puerto Príncipe a principios de abril.

Eran aproximadamente las siete de la mañana y se dirigían a la celebración de la asunción de un nuevo párroco en una iglesia de la zona cuando entre 15 y 20 bandidos con armas pesadas rodearon su vehículo. “íVayan allí! íVayan allí!”, ordenaron los individuos. Pertenecían a la banda 400 Mawozo, el mismo grupo que secuestró a 17 misioneros el 16 de octubre cuando se dirigían a un orfanato. Ese grupo, que incluye 5 menores, entre ellos un bebé de 8 meses, sigue en cautiverio, en medio de amenazas de muerte. La banda quiere cobrar rescate.

Milien habló el martes con la AP y describió la pesadilla que él y sus 9 acompañantes soportaron a manos de sus captores.

El relato
Luego de secuestrarlos el 11 de abril, los delincuentes les pusieron vendas en los ojos, relató Milien, y manejaron hasta llegar a una casa destartalada, en la que durmieron en el piso varios días. “Hacíamos nuestras necesidades en el piso”, dijo el religioso. Milien y los demás permanecieron vendados 2 días, comiendo solo arroz y pan, y bebiendo Coca-Cola.
En el primer día, los secuestradores exigieron a sus víctimas que les diesen los números de teléfono de sus parientes.

Los llamaron y pidieron un rescate de un millón de dólares por persona, la misma cifra que pidieron por los misioneros el mes pasado. En el cuarto día, la banda liberó uno de los secuestrados y trasladó a Milien y a los demás a otra casa más pequeña. Luego de 2 semanas, soltaron a 3 más, pero no a Milien. El sacerdote y las otras 5 personas que quedaban fueron llevados a otra vivienda abandonada.

“La última semana fue muy difícil”, recordó el cura. Dijo que no comían y casi no podían beber agua. Camino a la tercera casa, el líder de la banda les advirtió: “Aquí no tenemos comida, hospitales ni otras viviendas. No hay nada, aunque sí un cementerio”. Milien pensó que era una amenaza de muerte. “Les dije (a los otros secuestrados) que siguieran rezando”, expresó. “Un día volveremos a estar libres”.

Milien y los demás fueron liberados tras el pago de un rescate no especificado. Su libertad llegó con un golpe en la puerta en el 20mo día de su cautiverio. Eran las once de la noche. “íDespierten! íDespierten! íDespierten! íVamos!”, les gritó uno de los secuestradores, según Milien. Débiles como estaban a esa altura, los secuestrados caminaron varios metros hasta un auto que los llevó a su barrio. Milien pasó casi una semana en un hospital, recibiendo medicinas y vitaminas para recuperar la fuerza. Meses después, sigue recibiendo terapia psicológica.

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