LA VEGA. El párroco de la iglesia Sagrada Familia de La Vega, monseñor Ramón Abreu, puso ayer distancia del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien sugirió a las autoridades apretar la tuerca contra los delincuentes, al declararse convencido de que la delincuencia se soluciona con educación en todos los estamentos sociales.
Expresó que él no puede contradecir al cardenal, porque esa es su opinión, pero tiene derecho a tener otra opinión.
En ese sentido, Abreu señaló que golpeando o matando a un delincuente no se gana nada, porque ese mal que azota a la población se debe a la falta de educación, empleos, oportunidades, a la crisis familiar muy profunda que vive nuestra sociedad.
El cardenal dice que poner mano dura, ser más fuerte, pero ser más fuerte no es salir a buscar a los delincuentes; ser más fuerte en la investigación, será. Yo me voy por la parte de la educación, dijo el sacerdote. Entiende que invertir en educación es educar para la convivencia, para la paz.
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Se le fue la mano
Monseñor Abreu dijo para combatir la delincuencia se debe hacer un plan que comience en la familia y trabajemos todos, iglesia, sociedad, grupos de apoyo; entiende que al cardenal se le fue la mano, pero respeta su opinión.