Fray Santiago Bautista, párroco de la Iglesia San Miguel, pidió ayer al Gobierno y a la dirigencia política que el Año Nuevo le devuelvan la esperanza a la familia dominicana, a fin de superar los escollos del 2011.
Dijo que la población sufre una marcada desintegración social ante la creciente injusticia generalizada y la ausencia de una política que busque el bien de todos, especialmente de los más pobres.
Abogó por una solución al alto costo de la energía eléctrica y que se garantice un servicio permanente a quienes pagan con puntualidad. Dijo que los problemas del sector eléctrico se han convertido en un dolor de cabeza, aunque reconoció que el vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales ha hecho esfuerzos por resolver los problemas.
Bautista explicó que no le gusta que Celso Marranzini pida que no use el acondicionador de aire, que apaguen las luces, porque el poquito de luz que le mandan la debo aprovechar.
Hizo un balance del 2011 en el que destaca que la violencia, que atribuye a la exclusión social, se ha convertido en uno de los fenómenos de mayor preocupación que trae desolación a la familia.