Washington, EFE.- Investigadores de Minesota (EE.UU.) lograron acabar con el cáncer de sangre que se creía incurable que padecía una mujer inyectándole una dosis masiva de una cepa genéticamente modificada del virus del sarampión, informó la Clínica Mayo en un estudio al que hoy tuvo acceso Efe.
Durante un ensayo clínico el año pasado, investigadores de la Clínica Mayo en Rochester (Minesota) descubrieron que una cepa genéticamente modificada del virus del sarampión de tipo MV-NIS acababa con las células de mieloma múltiple, un tipo incurable de cáncer de sangre que afecta a los plasmocitos en la médula ósea.
Una de las dos pacientes del estudio fue Stacy Erholtz, de 49 años y que desde hacía una década padecía mieloma múltiple. Su cáncer remitió completamente a raíz del tratamiento con el virus MV-NIS modificado, y lleva seis meses sin reaparecer.
“Creo que es simplemente increíble. ¿Quién lo habría pensado?”, dijo Erholtz en un vídeo proporcionado a Efe junto con el estudio médico, publicado esta semana en la revista Mayo Clinic Proceedings.
“Aparentemente, me inyectaron lo suficiente como para vacunar a 100 millones de personas, lo cual es alarmante. Afortunadamente, no me enteré de eso hasta después de recibir el tratamiento”, añadió la paciente.
Según el hematólogo Stephen Russell, el principal autor del estudio, los investigadores trabajaron durante una década para poner en práctica “un concepto muy simple”, el de que “los virus entran naturalmente en el cuerpo y destruyen los tejidos».
En términos sencillos, el virus provocó que las células cancerígenas se juntaran y se desintegraran, según explicó Angela Dispenzieri, otra de las autoras del estudio y experta en mieloma múltiple.
Además, “hay indicaciones de que (el virus genéticamente modificado) puede estimular al sistema inmunológico para que reconozca mejor las células cancerígenas y ayude a luchar contra ellas de forma más eficaz”, indicó Dispenzieri.
El estudio se enmarca dentro de la investigación con viroterapia oncolítica, que consiste en el uso de virus modificados genéticamente para que infecten las células tumorales pero respeten los tejidos normales.
Los investigadores fabricaron para el estudio una cepa de virus altamente concentrada y que al mismo tiempo no provocara efectos graves en los tejidos sanos, según la Clínica Mayo. La segunda paciente del estudio no respondió igual de bien al tratamiento, pero en su caso los investigadores pudieron comprobar a través de imágenes de alta tecnología cómo los virus administrados por vía intravenosa se dirigían específicamente a las áreas con crecimiento de tumores, indicó el estudio.