(1)Padre Bienvenido Colon,salesino de la parroquia Maria Auxiliadora durante la celebracion del Sermon de las 7 Palabras,en la Catedral de Santo Domingo.Hoy/Armando Trabou 29/3/13
Tres sacerdotes católicos deploraron que mientras se prohíbe a las iglesias las celebraciones religiosas, supuestamente para evitar el contagio de la pandemia del Covid-19, el gobierno mantenga abiertos otros establecimientos comerciales como plazas, restaurantes, bancos, colmadones y otros, y no le ponga freno a miles de personas que desafían el distanciamiento físico.
Abraham Apolinario, vicario general de la Arquidiócesis de Santo Domingo; José Luis Hernández, párroco de la iglesia San Pablo, en La 40 de Cristo Rey, y Bienvenido Colón, párroco de la iglesia Domingo Savio, en Hainamosa, Santo Domingo Este, coinciden en que hay incoherencia en el gobierno, porque mientras se cierran las iglesias mantienen abiertos los centros comerciales.
Apolinario estima que el gobierno debió coordinar con la iglesia antes de decretar el cierre de los templos, ya que esta vienen tomando medidas desde hace meses para evitar el contagio del coronavirus.
Considera que la pandemia del covid-19 implica un cuidado especial que con- lleva un sacrificio y esfuerzo extraordinario, por lo que mientras más pronto se pueda controlar la enfermedad, más rápido se podrá desarrollar la vida productiva.
Invita a los jóvenes a tomar en cuenta no solo su vida sino las de los adultos, ya que de ser infectados pueden transmitir la enfermedad a sus padres, abuelos, vecinos y relacionados.
El cura Hernández lamenta que la juventud no acate las recomendaciones de las autoridades en cuanto a evitar el contacto con otros, de ahí que sea normal observar negocios de expendio de bebidas repletos, sin que nadie intervenga.
Preguntó a las autoridades las razones por las que cerró las iglesias y deja abiertos los centros de diversión, cuando en las primeras existe un protocolo para evitar las aglomeraciones.
Considera que el presidente Luis Abinader debe ser más consciente en cuanto a dónde están realmente los puntos de contagios, tras asegurar que no es en las iglesias.
Cito que los bancos, los supermercados, restaurantes, las guaguas, el metro viven llenos de personas, sin que ninguna autoridad ponga control, pero es más fácil cerrar las iglesias porque no aportan al fisco.
Mientras, Colón sostiene que hay mucha insensatez de los dominicanos que no acatan el llamado a permanecer en casa como medida de prevención del covid-19.
“Esto es comamos y bebamos, que mañana moriremos”, ya que la gente ha perdido el miedo y el respeto a las autoridades, por eso se están pagando las consecuencias.
Deplora que mientras se cierran las iglesias por temor a contagio, la juventud sigue en las calles bebiendo y bailando, lo que es una contradicción.
Tres causales Por otra parte, los curas mencionados se manifestan abiertamente en contra del aborto en las tres causales, tras considerar que esta práctica abrirían la compuerta para acabar con la vida de miles de inocentes que no tuvieron la culpa de haber sido concebidos.
Apolinario expresó que en cuanto a las tres causales, la iglesia fijó su posición, ya que no se trata de un tema de religión, sino humano, que Dios pide cuidar.
Asegura que la legalización de las tres causales no es más que abrir una puerta a la materialización del aborto.
Considera que lo que procede es promover ambientes más sanos y seguros para la mujer dominicana, comenzando por la protección en el hogar y asegurar su cuidado y protección cuando tenga que acudir a un centro de salud.
Estima que con los avances de la medicina ya son muy pocos los casos en que el médico tenga que optar entre la vida de una madre y el niño al momento de un parto.
De su lado, el sacerdote Hernández asegura que la aprobación de las tres causales no es más que abrir una brecha para permitir el aborto en sentido general.
Cree que la Iglesia está de acuerdo con que si hay que sacrificar una vida sería la del bebé, en caso extremo, pero no porque se trate de un incesto o una violación.
Colón afirma que la vida hay que respetarla desde el momento de la concepción, por lo que un bebé concebido por violación o incesto no tiene que pagar las consecuencias.