IRBIL, Irak (AP).- Los líderes curdos iraquíes afirmaron el lunes que los dos ataques suicidas contra dos partidos políticos curdos, que causaron la muerte de 67 personas, sólo servirá para unirlos y fortalecer su empeño de obtener autonomía dentro de un gobierno federal en Irak.

Las explosiones del domingo mataron a muchos de los principales dirigentes de ambos partidos, que se habían congregado en el primer día de la celebración del feriado musulmán Eid-al-Adha, o la Fiesta del Sacrificio.

Funcionarios militares que viajan con el subsecretario de Defensa estadounidense Paul Wolfowitz por la ciudad de Mosul, en el norte iraquí, dijeron el lunes que 67 personas murieron y 267 resultaron heridas.

Las explosiones casi simultáneas ocurrieron en dos oficinas partidarias, a un distancia de 13 kilómetros entre sí, en plena área habitada por los curdos, los que más respaldo han brindado a la invasión y ocupación estadounidense.

El Consejo de Gobierno de Irak, formado por Estados Unidos, declaró duelo nacional de tres días a partir del lunes durante los cuales las banderas flameaban a media asta y se recitaban versos del Corán.

«Por supuesto la pérdida de amigos y dirigentes es algo muy doloroso… pero reforzará la unión entre nuestros dirigentes y de nuestros objetivos», dijo el presidente del parlamento curdo Rowsch Shaways a The Associated Press.

Asimismo el domingo, otros dos soldados estadounidenses murieron en dos incidentes distintos, uno de ellos a causa del ataque de un cohete a una base de suministros estadounidense y el otro al volcarse un vehículo todoterreno Humvee.

Las muertes aumentan a 524 el número de soldados que han muerto desde que comenzó el conflicto en Irak en marzo.

Los ataques suicidas fueron perpetrados por dos hombres vestidos de clérigos islámicos que llevaban explosivos adheridos al cuerpo, dijo la televisión curda.

Uno de ellos se unió a la celebración de Eid en el Partido Democrático Curdo, KDP, que controla la provincia de Irbil, y el otro ingresó a la oficina del partido Unión Patriótica de Kurdistán, situado en el centro de la provincia vecina de Sulaimaniya.

Los guardias dijeron que no registraban a los que ingresaban debido a la tradición de recibir invitados durante el feriado.

Aproximadamente a las 10.45 de la mañana, los dos atacantes, que se hallaban en medio de feligreses que esperaban para darle la mano a los líderes curdos, detonaron los explosivos. Las paredes se desmoronaron, y el techo se desplomó en una de las oficinas.

Los dirigentes del KDP sufrieron mayores daños porque tienen su sede en Irbil, 325 kilómetros al norte de Bagdad. Entre los muertos figuran el gobernador de la región de Irbil, Akram Mintik, el teniente gobernador, el viceprimer ministro del KDP, Sami Abdul Rahman, sus dos hijos y ministros del gobierno curdo. El comando militar del PUK también murió.

Los miembros de ambos partidos combatieron junto a las tropas estadounidenses durante la invasión a Irak, pero han pugnado por el poder en la región autónoma curda desde 1994.

Pero la tragedia unificó a los grupos curdos, por lo menos por el momento.

El líder del KPD, Massoud Barzani, que no estaba en Irbil cuando ocurrió el ataque, envió una carta de condolencia a Jalal Talabani del PUK: «Esos actos terroristas están en contra de nuestra unidad».

«Ambos, junto con otros partidos políticos democráticos, debemos trabajar juntos para acabar con esas acciones terroristas. Los terroristas tienen que entender que esos actos no debilitarán nuestra lucha».

Los curdos se rebelaron contra Saddam Hussein en 1991 después de la derrota de Irak en la guerra del golfo Pérsico pero fueron reprimidos por el gobierno de Bagdad. Los curdos desean mantener en el futuro un gobierno federal en Irak.