Algo curioso ocurre en las distintas instancias del tren administrativo gubernamental. Connotados funcionarios se empeñan en crear problemas.

Parecen como si fuera una célula de la oposición ya que sus decires y haceres provocan reacciones negativas de la población que se sorprende de esa facilidad frecuente de meter tanto la pata.

Hace pocas semanas, a finales del pasado año, la popularidad del gobierno estaba en el suelo, cuando el país se escandalizó por los indultos, el fallo de la Sun Land y el asalto al erario de flamantes funcionarios, que con menos de tres meses en sus cargos se adjudicaron suculentas bonificaciones y regalías.

Pero la habilidad del presidente Fernández se sacudió de su letargo con su convocatoria a la cumbre de fuerzas vivas con la presencia masiva de tantos sectores e hizo revivir el respaldo al gobierno, coronado con la apertura comercial del Metro el pasado día 29, que ha demostrado que era una necesidad muy sentida de la población.

Sin embargo, la dicha dura poco en la casa del pobre. El país recibió como un jarro de agua fría el anuncio de la indexación de las propiedades inmobiliarias, pero se dio marcha atrás.

A las pocas horas el país se estremeció con otra metedura de pata al conocerse las intenciones legislativas de gravar los ahorros para favorecer a los médicos.

La responsable reacción del sector oficial de la economía parece que dará al traste con las intenciones legislativas de agredir los ahorros; esto parece parte de un esquema estratégico de alta política buscando al final de cuentas dejar al gobierno mal parado y los médicos oliendo donde guisan.

Y en donde el gobierno está sucumbiendo en las simpatías populares, pese a su recuperación con la cumbre y el Metro, es el inadecuado manejo de la mentada seguridad social, que pese algunos éxitos logrados, la impresión general de la población es que ha sido estafada para engordar a un monstruo burocrático, que explotaría cuando se pretenda asaltar los 60 y tanto mil millones de pesos de los cotizantes para planes de viviendas.

En las meteduras de pata Obras Públicas asume el liderazgo, que al anunciar la continuación de la construcción del Boulevard del Atlántico, obra necesaria para el desarrollo del país, marginó totalmente el mantenimiento, pese a que también se dice que asfaltarán diversas vías y que el plan de VIADOM resolverá el problema de las vías en mal estado, como si las comunidades tienen una capacidad de aguante ilimitada y van a esperar que tal cosa ocurra, mientras la calidad de vida se deteriora y provoca estallidos sociales de peligrosas consecuencias.

La abundancia de tantas vías en mal estado está estimulando el caldo de cultivo del malestar social, por las frecuentes protestas del Cibao Central por promesas incumplidas, dejando aislado, y alejándolo del pueblo, a un Presidente que si bien solo tiene seis meses de su tercera juramentación, podría acariciar la idea de la continuidad, si así se lo garantizan su Constitución en vía de reforma, pero compañeros de partido ya están en proceso de rebelión para buscar sus ubicaciones con nuevos líderes.