Curiosidades decorativas en el  Convento de los Dominicos

Curiosidades decorativas en el  Convento de los Dominicos

En la Ciudad Colonial, cuando se construyeron las iglesias conventuales hubo en su interior  una decoración de valor histórico.

Un ejemplo de esto es el Convento de los Domínicos, donde  se aprecia el decorado de sus capillas, etcétera, testimonio irrefutable del grado de importancia alcanzado por el arte en la colonia.

Allí, en el lateral sur observaremos un detalle único en un templo colonial: el púlpito, totalmente labrado en caoba de líneas estriadas, tiene una escalinata en forma de caracol que  en la superficie interna está soportada por una columna en forma de serpiente enroscada, donde sobresale la cabeza, con la  boca abierta. En  la capilla de Solano, situada en el lado sur, se aprecia un retablo de piedra de estilo plateresco del siglo XVI en un altar del mismo material.

También en la capilla de Rosario hay un detalle notable: una concha estriada de piedra que contiene el retablo barroco de columnas salomónicas y el tallado cromado. La capilla de Santo Tomás, que remata en un arco de piedra, tiene tallado en su parte superior el  escudo de cuatro cuarteles con dos águilas, símbolo de los Aguilar; árboles de acebo y lobos que corresponden a los Acevedo y ondas emblemas de los Vargas, además presenta un retablo dorado plateresco. La primera capilla del lateral norte tiene una escalera de caracol.

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