Da vuelta al mundo en viaje solitario en avión

Da vuelta al mundo en viaje solitario en avión

WASHINGTON (EFE).- El aventurero Steve Fossett completó ayer el primer vuelo alrededor del mundo en solitario sin escalas ni repostar combustible, al aterrizar en un aeropuerto de Kansas a los mandos de su avión monomotor, el Global Flyer.

«Esto es algo que quería hacer durante muchos años, y lo he logrado», declaró Fossett, de 60 años, tras salir del avión, sonriente y afeitado, y después de recibir un abrazo y un beso de su esposa.

La travesía de unos 36.895 kilómetros llevó a Fossett durante 67 horas, 2 minutos y 38 segundos horas desde Salina (Kansas) a los cielos sobre Inglaterra, el mar Mediterráneo, Africa, Pakistán, India, China, Japón, el océano Pacífico y el oeste de EEUU.

Miles de aficionados a la aeronáutica celebraron la proeza cuando el Global Flyer tocó tierra a las 19:48 GMT, en una tarde soleada en el aeródromo de Kansas. Tres minutos antes del aterrizaje, Fossett soltó un pequeño paracaídas de tracción que disminuyó la velocidad de la aeronave.

El descenso fue impecable, y después de una pausa en el centro de la pista, Fossett condujo el Global Flyer hasta el lugar de estacionamiento, cerca de los edificios del aeródromo.

Entre los más entusiastas se contaba Richard Branson, el propietario de Virgin Airlines, que financió la construcción del Global Flyer y la aventura de Fossett, un millonario que suma el último récord pendiente de la aviación mundial a una larga lista de marcas aeronáuticas y marinas.

Con una enorme bandera de cuadros blancos y negros, Branson dio la señal formal de la llegada a meta para Fossett, quien salió entumecido tras pasar casi tres días sentado en la estrecha cabina de mando del avión.

Los dos hombres celebraron a continuación el buen fin de la travesía abriendo una botella de vino espumoso.

Durante la proeza aeronáutica, Fossett tomó solo breves siestas, se alimentó de batidos de proteínas y superó una pérdida de combustible de su avión que puso en duda el éxito de la misión cuando volaba por el Océano Pacífico hacia Hawai. A las 18:01 GMT del miércoles, Fossett había completado más de 19.312 kilómetros de vuelo y superó así la marca de distancia de vuelo sin escalas establecida en 1963 por un avión militar B-52.

Para que el vuelo alrededor del mundo quede registrado en los anales de la aviación, la Federación Aeronáutica Internacional exige que comience y termine en el mismo aeródromo después de una travesía por todos los meridianos del planeta.

También, de acuerdo con esas reglas, debe cubrir por lo menos 36.787,559 kilómetros, es decir una distancia igual a la longitud del Trópico de Cáncer.

El avión había despegado el lunes después de un retraso de dos horas debido a los fuertes vientos que azotaron la zona durante la jornada, y que amainaron al anochecer. Durante la mayor parte del periplo el Global Flyer voló a unos 15.000 metros de altura y una velocidad de unos 400 kilómetros por hora.

El vuelo a gran altura permitió que el Global Flyer aprovechara la corriente de vientos relativamente fuerte que sopla entre los trópicos de oeste a este y se concentra en una estrecha zona situada, por lo general, en la tropopausa.

El primer vuelo sin escalas y sin repostar combustible lo realizaron los estadounidenses Jeana Yeager y Dick Rutan, quienes en 1986 tardaron nueve días en cubrir 42.300 kilómetros alrededor del mundo.

El GlobalFlyer, construido con una mezcla de grafito ligero y un costo de 10 millones de dólares, es un aparato que parece un catamarán volador: un fuselaje central con un tanque lateral sujeto en cada una de las alas flexibles que, con sus 35 metros de envergadura, son más largas que la de un avión Boeing 747.

Los cascos laterales son tanques que llevan casi 2,5 toneladas de combustible.

Fossett permaneció despierto durante casi todo el viaje para controlar la distribución del combustible para que la aeronave se mantuviera equilibrada.

Además de haber realizado un vuelo en solitario en globo alrededor del mundo, Fossett tiene en su haber decenas de récords aeronáuticos y marinos, incluido el vuelo más rápido en un avión no supersónico, con una marca de 1.193,9 kilómetros por hora.

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