Dajabón es la provincia fronteriza por donde se moviliza el mayor flujo de mercancías que se exportan hacia Haití, un mercado que mueve alrededor de mil millones de pesos al año. Y aunque esa conexión estratégica ha permitido el desarrollo de las actividades comerciales, todavía la mitad de su población vive en la pobreza y el 41% no tiene satisfechas sus necesidades básicas.
En el municipio Restauración la pobreza supera los índices provinciales, pues en esa condición vive el 78.7% de la población, y por una situación similar atraviesa el 67.7% de los residentes en el distrito municipal Santiago de la Cruz.
Asimismo, un 12.8% carece de servicio de agua potable en sus hogares, un 15% no cuenta con energía eléctrica y un 32% carece de servicio sanitario.
Esta demarcación comparte con las demás poblaciones de esta franja las asimetrías económicas que caracterizan a la República Dominicana, ya que la generación de riquezas se concentra en las regiones Sureste y Norte donde están ubicadas la mayor cantidad de industrias y empresas de servicios.
Aunque está incluida en la Ley 28-01, sobre Zona Especial de Desarrollo Fronterizo, ese régimen de incentivo no ha sido suficiente para atraer inversiones, pues de todas las empresas y negocios instalados en el país en Dajabón apenas se encuentra el 0.4%, según datos de la Oficina Nacional de Estadística.
La agricultura tiene un peso importante en la economía de la provincia, sobre todo por el cultivo de banano orgánico que se exporta a Europa y Estados Unidos.
Un plan estratégico. En el Plan para el Desarrollo Económico Local de Dajabón, preparado por el Instituto Tecnológico de Monterrey, para el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, se plantean las áreas que requieren más inversión: la agropecuaria y el sector maderero.
En cuanto a la agricultura el estudio plantea que se le de apoyo al cultivo de mangos, y en cuanto a la ganadería a la producción de lácteos.
Sobre el sector maderero la propuesta señala al municipio Restauración, donde hay varios proyectos forestales que pueden modernizarse, y de paso, generar más empleos en el municipio más pobre de Dajabón.
Las trabas para el desarrollo. En el referido estudio se expresa que esta provincia enfrenta una serie de desafíos que requieren la intervención del Gobierno central.
Entre estos el robo de ganado, la migración irregular que tiene un impacto negativo en la seguridad, la corrupción que pone trabas al comercio, y las altas tasas de interés para los créditos del sector agropecuario.
“La amenaza de los industriales que no se radican en la frontera y buscan la eliminación del incentivo de la Ley 28-01, la inseguridad que dificulta el comercio, electricidad insuficiente, y la falta de industrialización para optimizar el sector maderero”.