Dallas
AFP. GDirk Nowitzki se recuperó de sus males a base de sopa y té, y los pequeños José Juan Barea y Jason Terry se crecieron en momentos clave para que los Dallas Mavericks derrotaran 112-103 a Miami Heat ayer, y se fueran delante por 3-2 en la final 2010-11 de la NBA.

   En otro juego parte-corazones, Dallas volvió a emerger del fondo de la piscina para tomar una importante bocanada de aire, que le permite ir a Miami en ventaja para un sexto partido el domingo, que podría ser definitorio en las aspiraciones de ganar su primer título de la NBA.

   Ambos equipos remontaron marcadores adversos durante el encuentro, pero cuando Miami logró irse delante por cuatro puntos (99-95), a cuatro minutos del adiós, Dallas volvió a reaccionar y con grandes canastas de Nowitzki, Terry y Jason Kidd tomó el mando del pizarrón para sellar la importante victoria.

   El ‘Kaiser’ texano, que dos noches antes estuvo afectado por un cuadro de fiebre y sinusitis, terminó con 29 puntos, mientras Terry aportó 21, y dos triples clave en los finales, Barea 17 cartones y 5 asistencias, y Jason Kidd y Tyson Chandler 13 per cápita.

   Por Miami, de nuevo Dwyane Wade sacó la cara con 23 cartones y 8 asistencias, pese a jugar desde el primer cuarto afectado por una lesión de cadera, en tanto LeBron James cosechó un triple-doble de 17 unidades, 10 rebotes y 10 pases de anotación, y Chris Bosh se fue con 19 puntos y 10 tablas.

Este fue el partido No. 52 y último de Dallas Mavericks en su hogar esta temporada, y los aficionados parecían decidido a sacar el máximo de el.