POR ANTONIO VALDEZ
La mejor defensa para detener una ofensiva en el juego de baloncesto es ripostar con otra contra ofensiva. Sí usted no lo cree, pregunte a los Dallas Mavericks, quienes lideraron la NBA en este aspecto, al totalizar 105.2 puntos en los 82 partidos de serie regular durante la temporada 2003-04.

Sin embargo, los Mavericks (52-30) fueron eliminados por Sacramento Kings en la primera ronda de los playoffs, tras finalizar quinto en la Conferencia Oeste.

En esa oportunidad, Steve Nash fue tercero en asistencias en la liga, un excelente tirador de lances libres y gran promedio de asistencias por bolas perdidas. Ahora, Nash no está en la franquicia y su lugar ocupado por Jason Terry, quien procede de Atlanta Hawks y promedió 16.8 ppj, 4.1 rpj y 5.4 apj.

Terry es más joven que Nash y los analista proyectan que éste iguale o supere la actuación del canadiense. Que responsabilidad! El tendrá oportunidad de jugar en los playoffs por primera en su carrera, debido a que en cinco años, Atlanta Hawks nunca clasificó a la postemporada.

La gerencia limpió el roster y canjeó a Danny Fortson, Antawn Jamison, Steve Nash, Antoine Walker, Eduardo Nájera, Trevis Best y Tony Delk; pero llevó al club a Terry, Jerry Stackhouse, Calvin Booth, Erick Dampier y Alan Henderson, entre otros, cuya colección podría ser mejor que la partida.

El coach Don Nelson reclamará más defensa, pues sus nuevos miembros no están adaptados al juego de corre corre impuestos por Nash a sus compañeros. Tendrá tres jugadores de la pasada temporada en el quinteto iniciador: Dirk Nowitzki (21.8 ppj y 8.7 rpj), Michael Finley (18.6 ppj y 4.5 rppj) y Marquis Daniels (8.5 ppj y 2.6 rpj).

La zona de la pintura está sólida con Nowitzki, Dampier, Calvin Booth, Evan Eschmeyer y el gigante novato Paul Podkolzin. Jerry Stackhouse (13.9 ppj) será un sexto hombre de mucha importancia en las aspiraciones de los Mavericks, quienes están ubicados en la División del Suroeste de la Conferencia Oeste.

Ellos poseen dos seguros de vida en Josh Howard y Devin Harris, pero su inconsistencia es su peor enemigo. Nelson imprime respeto en la dirección y lucharán hasta más no poder con Houston y San Antonio. Las lesiones impidieron su avance en el pasado reciente.