POR GERMAN MARTE
Más de doscientos damnificados del sector La Zurza, cuyas viviendas permanecen inundadas tras la crecida del río Isabela, demandaron ayer del gobierno su reubicación y denunciaron que los apartamentos que fueron construidos para albergarlos fueron repartidas a dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por el ex presidente Hipólito Mejía.

«Nosotros fuimos de los engañados, de los que nos quitaron las casas, el río está que nos da por aquí (por el pecho) y estamos aquí para ver que hacen con nosotros», dijo Viola Díaz una de las damnificadas y miembro de la Comisión de Seguimiento a los desalojos del hoyo de la Zurza.

Como ella, muchos otros de los afectados por las inundaciones se encuentran hacinados en tres aulas de la Escuela Básica Aída Cartagena Portalatín, de la avenida Máximo Gómez. Son parte de los damnificados del ciclón Jeanne.

Juran que prefieren permanecer en ese lugar hasta que vayan las autoridades competentes y los llevan a un sitio seguro.

«Para que nos lleven a un sitio que no sea adecuado, o mejor que este, nosotros preferimos permanecer aquí hasta que (las autoridades) asuman la responsabilidad» de que los van a trasladar a un sitio seguro, expresó Suárez Medina Melo, uno de los afectados por la inundación.

A su vez, la profesora Nancy Mancebo, solicitó a las autoridades reubicar a los refugiados cuanto antes, ya que están impartiendo docencia en condiciones precarias.

De su lado, los organismos de socorro y personal del Ayuntamiento del Distrito Nacional hacen contactos con la Secretaría de Educación para reubicar a los refugiados ya que están conscientes de que su permanencia en el plantel perturba las labores docentes.

Mientras tanto, los refugiados siguen allí, contando únicamente con sus propios brazos como almohadas, duermen sobre el piso niños, hombres y mujeres, incluidas algunas embarazadas. Como alimento reciben pan con salami racionado.

El encargado Nacional de Refugios y Albergues de la Comisión Nacional de Emergencia (COE), Eugenio Caminero, informó que más además de los 244 personas refugiadas en la escuela Aída Cartagena Portalatín, otras 474 permanecían en otros cinco refugios habilitados en el Distrito Nacional.

Caminero precisó que en El Tamarindo había 300 refugiados, y en la Hacienda Estrella hay otros cien personas cuyas casas fueron inundadas por el desbordamiento del arroyo San Mateo, aunque se espera que retornen a sus hogares en las próximas horas, a partir de que las aguas retornen a su cauce. Y en San Luis fueron evacuadas doce familias y trasladadas a un albergue.

Mientras que en el sector La Barquita cientos de casas permanecían inundadas y sus ocupantes evacuados, tras la crecida del río Ozama. Por lo menos 20 de familias del sector siguen refugiadas en la iglesia evangélica del empobrecido barrio, levantado a orilla del río.

Los refugiados de La Zurza fueron llevados a la escuela desde el sábado luego que el río subiera más de metro y medio por encima de su nivel normal, indicaron varios de los afectados.

No obstante ciertas limitaciones, en la escuela reciben comida y atenciones médicas de parte de del COE que tiene allí numerosos voluntarios, algunos de los cuales también fueron afectados por la crecida del río, según indicó Rafael Soto Martínez, miembro de la Defensa Civil.

DENUNCIA LOS ENGAÑARON

Varios de los damnificados de La Zurza denunciaron que a pesar de que había un censo con las 280 familias que vivían a orillas del Isabela en condiciones de alto riesgo, y para los cuales se construyeron apartamentos en la avenida Máximo Gómez, frente a la antigua cementera, sólo reubicaron a 80 familias. El resto se quedó esperando, como han vivido toda la vida.

Varias de las mujeres refugiadas en la escuela afirmaron que diez días después de perder las elecciones presidenciales de mayo pasado, el entonces presidente Mejía repartió entre dirigentes de su partido los apartamentos que se suponía servirían para alojar las familias de La Zurza.

Los afectados solicitaron al presidente Leonel Fernández ordenar una investigación para que se depuren las personas que ocupan -según ellos- ilegalmente los apartamentos, para que se los entreguen a los verdaderos residentes en La Zurza.