SANTIAGO. Decenas de familias damnificadas por la tormenta Olga en el 2007 aún esperan que el Gobierno, a través del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), los reubique en casas propias.
Los afectados señalan que desde el paso del fenómeno se encuentran desamparados y con múltiples precariedades económicas.
Dijeron que hace un año la directora del INVI Alma Fernández les prometió darles respuestas en la segunda etapa de construcción de viviendas a más de 200 familias afectadas por la tormenta, residentes en once comunidades de esta ciudad, que se extiende desde el puente de las calles Yapar Dumit y Ercilia Pepín hasta la comunidad de Rafey.
Con pancartas y un llamado a las autoridades para que escuchen sus reclamos, los damnificados se congregaron ayer en el parque Colón, de esta ciudad.
Estas familias están en las calles y necesitan sus casas con carácter de urgencia, ya que desde la tormenta Olga no han tenido una vida normal por las precariedades, expresó Álvaro Sosa, vocero de los afectados y presidente de la junta de vecinos de Rafey.