POR ODALIS MEJIA
Damnificados del sector La Playita, del kilómetro 13 y medio de la carretera Sánchez,  pidieron ayer la intervención urgente de las autoridades, ya que algunos de ellos están a la intemperie mientras otros se encuentran alojados en casas de vecinos, luego  que sus casuchas fueran arrasadas por  las olas y la gran cantidad de arena a  consecuencia del paso del huracán Dean.

Hasta la tarde de ayer, algunas de las víctimas apenas habían recibido una ración de comida, un colchón y un  mosquitero de parte del Plan Social de la Presidencia y la gobernación de Santo Domingo.

Mientras que a medida que pasaban  las horas se empezaban a desesperar porque  los vecinos que los acogieron querían que le desocuparan sus viviendas.

Los restos de las humildes viviendas, unas 25 de acuerdo a representantes de la junta de vecinos, y los escasos ajuares quedaron debajo de la arena, ya que los residentes no pudieron sacar nada a tiempo. Mientras tanto brigadas del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste   trabajan ayer en el retiro de la  arena y los escombros.

En la zona varios agentes policiales vigilaban el proceso de limpieza porque a un oficial se le había perdido su arma de reglamento el pasado sábado.

La mayoría de los residentes de La Playita se dedican a la pesca. De acuerdo a Pedro Leonardo Cruz debido al fuerte oleaje cinco botes se perdieron en el mar que además arrastró refrigeradores, haciendo más difícil su situación. Dijo también que algunos pescadores resultaron heridos.

Para Madelín Hernández y sus tres hijos el panorama es también desalentador, ya que al igual que sus vecinos perdió todo. Gracias a la benevolencia de un vecino sus hijos han dormido bajo un techo, pero pronto deben abandonarlo, situación que la mantiene  presionada.

Mientras que José María Peña y Eliberto Méndez narran que han estado durmiendo en el piso de un negocio de bebidas, ya que en el sector ni siquiera hay una iglesia donde puedan alojarse.

Marina advierte

Ayer la Marina de Guerra prohibió a los damnificados del sector La Playita, construir de nuevo en ese lugar. Sin embargo, no se estableció donde serían ubicadas las familias afectadas.

Esta advertencia indignó a los damnificados que entienden que si no le van a permitir reconstruir en el lugar, desde ya deben definir donde los reubicarán.

 “Necesitamos comida y  donde nos van alojar tenemos tres días rodando aquí sin nada”, expresó José Ramírez, uno de los afectados.

Diógenes Martínez, vicepresidente de la junta de vecinos, urgió la intervención del gobierno, ya que alega son  más de 100 las personas que han perdido sus casas, pertenencias o parte de sus  techos.

  Angel  del Orbe, dirigente comunitario, dijo que además de la situación de calamidad que sufren los moradores, en La Playita no existen espacios para el esparcimiento, lo que impide la sana recreación.