Damnificados

Damnificados

FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS
Damnificado» significa alguien que ha sufrido graves daños de carácter colectivo. La tormenta tropical «Noel» dejó algunos miles de damnificados, la mayoría reales, pero otros falsos, auténticos sinvergüenzas  que se infiltran en los grupos de los verdaderos, para obtener cualquier beneficio.

En todos los tiempos ha habido individuos de esa calaña. Ahora, «Noel» ha producido su «correspondiente»cantidad de damnificados, gente, la mayoría, que vivía al lado de los ríos y que lo perdieron todo con la tormenta.

Hoy, muchos de esos «damnificados» están exigiendo al gobierno que les provea de nuevas casas, en nuevos lugares. Esto ha pasado siempre después que un ciclón o tormenta nos azota y causa daños, especialmente a los individuos que, «ignorantes» del peligro a que exponían a sus familias, construyeron sus viviendas a la orilla de ríos y cañadas.      

Y luego de una catástrofe que los convirtió en «damnificados», piden (casi exigen) que el Gobierno les construya casas.

Yo tengo una experiencia de lo que verdaderamente pasa en estas ocasiones.

Hace más de 25 años que una tormenta destruyó un barrio llamado La Zurza, enclavado en unas laderas junto a la ría Ozama. El Gobierno se ocupó de inmediato de los «damnificados» e hizo más de lo acostumbrado: les construyó un barrio (Las Caobas o Las Palmas, no recuerdo bien), donando las casas a las familias que habían sido perjudicadas por la tormenta.

En menos de quince días todas las familias «damnificadas» estaban en sus flamantes casas nuevas, dotadas de todos los servicios, algo que nunca habían tenido. Luego se produjo lo que yo, en un reportaje, califiqué irónicamente de «la vuelta  al hogar».

La mayoría de las familias reubicadas…¡ vendieron sus casas nuevas y volvieron a La Zurza !

Y así ha pasado en varios puntos del país. Y así seguirá pasando, mientras los gobiernos continúan permitiendo la erección de «villas miseria» junto a los ríos.

¿ No sería mejor que el Gobierno disponga de terrenos de su pertenencia para venderlos a precios simbólicos a las personas que se meten debajo de un puente, a la orilla de un río, y levanta una casucha cuyo «baño» se encuentra directamente sobre el río, con los efectos contaminantes que de ello se desprenden?

Y, finalmente, prohibir «manu militari», si es necesario, que nadie construya en lugares como los ya citados. De hacerlo así… es probable que dentro de quince o veinte años el pueblo comprenda y se adapte a su «nueva» forma de vivir.-

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