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NUEVA YORK (EFE).- El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton ha salido del hospital cuatro días después de someterse a una operación quirúrgica para implantarle un puente coronario cuádruple, informó ayer su oficina.
Clinton, de 58 años, ha regresado a su casa en Chappaqua, en las afueras de Nueva York, donde reside desde que abandonó la Casa Blanca y donde seguirá su recuperación al lado de su familia, afirma un comunicado.
El ex presidente está «de buen ánimo» y hoy ha dado «algunos paseos cortos en el vestíbulo del hospital Presbiteriano de Nueva York donde estaba ingresado y en su domicilio», agrega.
La intervención quirúrgica a corazón abierto tuvo lugar el lunes pasado y duró cuatro horas en las que recibió un implante coronario múltiple, ya que algunos de sus vasos sanguíneos sufrían una obstrucción de hasta el 90 por ciento.
Dos días después salió de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), llevado a una habitación del hospital y dio cortos paseos por el pasillo.
De no haberse sometido a esta intervención quirúrgica, el ex presidente habría sufrido un ataque al corazón «en un futuro cercano», según dijeron los médicos.
Desde que se conoció la dolencia, numerosas personas e instituciones de todo el mundo han enviado mensajes de apoyo y deseando una rápida recuperación al presidente a través de su página en internet (clintonfoundation.org), que hoy alcanzaron los 85.000.
Entre los últimos figura uno de una mujer, Patricia La France-Wolf, que también recibió un implante coronario cuádruple y que además sufre diabetes desde la infancia y es ciega.
La remitente anima al ex presidente y le dice que si ella en sus condiciones ha logrado recuperarse de la operación, seguramente Clinton también puede.
La familia Clinton ha divulgado un mensaje de agradecimiento en respuesta a todos esos mensajes de ánimo y al trabajo realizado por el equipo médico y el personal sanitario que se ha ocupado del ex presidente.
«Apreciamos más de lo que las palabras pueden expresar los buenos deseos y los mensajes de preocupación recibidos en este período difícil de nuestras vidas», afirma la familia.
«Sus pensamientos y oraciones significan mucho para nosotros, y nos han ayudado a mantener alto el ánimo», agrega el mensaje en el que el ex presidente, su esposa, la senadora Hillary Clinton, y su hija Chelsea se dicen afortunados de tener tal apoyo.
Además, señalan que serán una gran ayuda en los meses de recuperación que tienen por delante.
El ex presidente tenía previsto participar en la campaña del candidato demócrata a la Casa Blanca, el senador John Kerry, que está en las encuestas por debajo de su oponente republicano, el presidente George W. Bush.
Los médicos no han descartado que Clinton pueda participar en la campaña electoral, que finaliza el 2 de noviembre, si se considera que las actividades a desarrollar «son seguras y apropiadas».
En las últimas semanas, Clinton se había convertido en un asesor activo de Kerry, al que habría recomendado no seguir hablando tanto sobre Vietnam y su papel en aquel conflicto, como insisten los republicanos, y concentrarse en los diferentes planteamientos que él y su adversario ofrecen en temas como el empleo o la asistencia sanitaria.
En los últimos días, los médicos han explicado que el ex presidente deberá respetar un programa completo de ejercicio, dieta y medicación para evitar una recaída, pero también han subrayado que Clinton es, en general, un hombre sano y que es muy probable que «pueda mantener una agenda muy activa y mantenerse saludable a la vez» una vez recuperado.EFE
