La sala Carlos  Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito se vestirá de gala el domingo y el lunes con las dos funciones que ofrecerá  la Orquesta West-Eastern Divan, dirigida por el mítico director Daniel Barenboim, lo que constituye un hito en la historia musical del país.

El programa de los conciertos organizados por la Fundación Sinfonía que preside Margarita Copello, consta de cinco sinfonías del célebre compositor, manteniendo el programa un buen equilibrio. La afamada Orquesta compuesta por 100 músicos y su director, inician aquí una gira que los llevará a diferentes países de Suramérica.

Daniel Barenboim.  Uno de los grandes pianistas del siglo pasado, nace en Argentina, de padres judíos de origen ruso. A la edad de siete años dio su primer concierto en Buenos Aires. En 1952 se trasladó junto a su familia a Israel. En 1954 toma clases con el maestro Igor Markevich. Siendo escuchado por el gran director Wilhelm Furwängler, este declara: a los once años de edad Barenboim es un fenómeno. En ese mismo año debuta como pianista en Viena y Roma, en París en 1955 y en Londres en 1956, al año siguiente es dirigido en New York por Leopold Stokowski. A partir de entonces realiza giras por todo el mundo, siendo reconocido como uno de los pianistas más versátiles de su generación. Más adelante Barenboim va dedicando más tiempo a la dirección, y en 1967 debuta con la Philharmonia Orchestra de Londres. A partir de entonces es reclamado por todas las grandes orquestas europeas y americanas.

Nacionalizado israelí y español con ciudadanía palestina, para él la música es un lenguaje universal, capaz de derribar fronteras. Consecuente con su pensamiento, funda la Orquesta West-Eastern Divan, compuesta por músicos de diferentes naciones en conflicto.

La West-Eastern Divan.   En 1999 Barenboim junto a Edward Said, inicia un proyecto con el propósito de combinar el estudio y el desarrollo musical, el conocimiento y comprensión entre culturas tradicionalmente antagónicas, con ese espíritu de concordia reúnen talentos musicales, palestinos, árabes e israelíes, y nace la orquesta West-Eastern Divan, cuyo nombre proviene de una antología de poesía lírica persa, organizadas en doce libros, de Wolfgang Von Goethe, llamados en español “El Diván de Oriente y Occidente”. En 2002 la orquesta se establece en Sevilla, y a partir de entonces pasan a integrar la orquesta, jóvenes españoles. La orquesta tiene una plantilla de 100 músicos, y mantiene una actividad permanente. 

Programa

“Todo Beethoven”

Domingo 8 de agosto

 Tercera  Sinfonía  en Mi mayor Op.55 “La Heroica”. Escrita para celebrar los ideales de igualdad y democracia preconizados por Napoleón al inicio del siglo XVIII. Extensa en su duración, utiliza gran orquesta. Consta de cuatro movimientos: “Allegro” con brío, un segundo movimiento “Adagio assai” -Marcha fúnebre-, el tercero es un Scherzo –allegro vivace- y el cuarto un “Allegro molto”.

 Cuarta Sionfonía en Si mayor Op. 60. Es la sinfonía más corta, su duración es aproximadamente de 33  minutos. Contrasta con la No. 3 “Heroica” y la trágica No. 5, de ella dijo Schumann, que era “una esbelta doncella griega entre dos gigantes nórdicos”.

Programa

Lunes 9 de agosto

 Primera Sinfonía en Do mayor. Compuesta durante el período clásico de Beethoven, consta de cuatro movimientos: Adagio, Andante, Minuetto y Finale –Adagio-Allegro- y contiene elementos juguetones, polifónicos e inusuales. Es una Sinfonía lírica y serena, sombría y apasionada, tensa y dramática.

Octava Sinfonía en Fa mayor Op. 93. Considerada por musicólogos, como “un descanso para lo que vendría como culminación de su sinfonismo, la Novena”. Es su sinfonía más alegre y desenfadada, Beethoven la llamaba “mi pequeña Sinfonía en Fa”, para diferenciarla de la sexta en la misma tonalidad. “Esta Octava Sinfonía termina con una grata y alegre coda. Parece un grato adiós al mundo clásico”.

Quinta sinfonía en Do menor Op. 67. Considerada como una expresión de las emociones íntimas de Beethoven. Inicia con las bien conocidas 4 notas “del destino”, modo temático recurrente que da a la sinfonía una extraordinaria unidad. El segundo movimiento es un hermoso tema con variaciones. El tercero “Scherzo” inicia misteriosamente y prosigue salvajemente en los instrumentos de viento-metal con una forma derivada de la “llamada del destino”. El cuarto movimiento “Allegro” finaliza con destacada Coda.