Analizar la historia en base a supuestos no tiene sentido, pues la misma se nutre de realidades, tal y como expresara el profesor Juan Bosch, ya que un estudio desapasionado y objetivo de la misma nos permite entender nuestro presente y planificar el futuro con variables que reduzcan al mínimo el margen de error en los resultados proyectados, evitándonos  vivir nuevamente episodios dolorosos y traumáticos.

A nuestra amada patria le amenaza nuevamente el intento de reeditar capítulos funestos protagonizados por personajes que llenaron de frustración a la nación, con el pobre desempeño de sus funciones.

El simple hecho de pensar en la posibilidad de que esa amenaza se materialice, convierte en pesadillas los sueños de aquellos que, producto del incremento desmedido en la tasa de cambio durante el período 2000-2004, no pudieron reponer el inventario en sus negocios, descendiendo hasta el punto final de la quiebra, así como de aquellos que vieron sus ahorros familiares reducirse en más de un cincuenta por ciento, producto de la devaluación de nuestra moneda.

Tan solo saber que los ejecutores de esta amenaza nacional serían los mismos que en la recién pasada gestión de gobierno del PRD destruyeron los cimientos de nuestra estabilidad macroeconómica, subieron los niveles de inflación por encima del 40%, incrementaron la tasa de desempleo a más de un 19%, convirtieron el orgullo nacional en vergüenza internacional y mofa del mundo, nos hace valorar aun más la alternativa presidencial que presenta el PLD en la persona de Danilo Medina, quien con un discurso progresista, comprometido con las presentes y futuras generaciones, garante de la continuidad de lo que está bien, pero con clara visión para corregir lo que está mal, avanza con su mensaje de esperanza para detener la amenaza  que pretende hacernos vivir tiempos que no queremos recordar.