Danilo derribando el “becerro de oro” de Francisco

Danilo derribando el “becerro de oro” de Francisco

Al momento de escribir esta colaboración imagino austeridad y jovialidad flotando sobre la audiencia concedida por el Papa Francisco a nuestro Presidente, primando el lenguaje franco y directo que caracterizan ambos líderes. Imaginamos que se conversa sobre la figura del nuevo “becerro de oro” constituido por la “idolatría del dinero” asociada a la especulación financiera y falta de ética que Francisco denuncia en su exhortación apostólica EVANGELII GAUDIUM.

Si no, el entusiasmo emanado de la audiencia seguro llevará al Presidente a reencontrarse con esta alusión pontifical a lo narrado en las escrituras sobre la salida de los hebreos de Egipto: Mientras Moisés hablaba con Dios en el Sinaí los hebreos se propusieron levantar un símbolo tangible que les guiara. Aaron temeroso y complaciente con los reclamos populistas erigió un becerro con el oro portado. Al descender Moisés del Sinaí, ordenó destruirlo, pulverizándolo y esparciéndolo en aguas que hizo beber como castigo.

En EVANGELII GAUDEUM, Francisco refiere una nueva versión del becerro de oro constituido por “la idolatría del dinero… y…la dictadura de la economía sin rostro…humano”- (párrafo .55 documento citado). Sustentándose en especulación financiera carente de ética y escrúpulos, lleva a invertir recursos para especular en lugar de producir bienes y servicios para satisfacer necesidades humanas y crear oportunidades de trabajo.

Como gran parte de la especulación se monta girando alrededor del financiamiento de déficits fiscales originado en gastos abultados y/o dispendiosos, el derribamiento del “becerro de oro” conlleva desmantelar sistemas de administración inductores de déficits, incluyendo castigar responsables del incurrido; versión contemporánea de la bíblica imposición de beber agua metalizada.

El Presidente Medina cuenta con recursos para ello: apoyo popular y disposiciones constitucionales.

El art. 233 de la Constitución, p.e., exalta la “sostenibilidad fiscal” y establece que los gastos deben asegurar “endeudamiento público… compatible con la capacidad de pago del Estado”; logrables con administraciones excedentarias no deficitarias.

También se necesitan excedentes para cumplir mandatos constitucionales: “garantizar seguridad alimentaria” (art.54), Vivienda (59), Seguridad Social (60), Salud (61), Educación (63). El 62 manda “fomentar el empleo digno”.

En cuanto a la ética, el 39.3 obliga al Estado a promover la igualdad excluidora de privilegios. El 142 instituye la función pública comprometida con “gestión eficiente y cumplimiento de las funciones esenciales”. El 146 proscribe la corrupción e instituye la “responsabilidad civil…de funcionarios…por actuaciones u omisiones administrativas”.

El influjo de la audiencia papal al Presidente Medina agrega un importante recurso a los ya disponibles, brindando oportunidad de oro para derribar el becerro de oro que aúpa la idolatría especulativa y falta de ética predominante; requisito indispensable para maximizar trascendencia y sublimizar el reciente encuentro pontifical.

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