El nuevo Ministro de Deportes, Danilo Díaz Vizcaíno, ha comenzado con buen pie sus primeros contactos e intercambios con la comunidad deportiva y los medios de comunicación, sustentado por su experiencia como servidor público, su carácter conciliador y el nivel de actualización con respecto al sector. En poco tiempo ha definido las prioridades de su accionar en un ambiente de armonía y trabajo con la participación de todos los operadores involucrados en el ámbito físico-muscular.
Él ha definido como prioridad de su gestión atender tanto la vertiente del deporte para todos (deporte popular y recreativo) mediante la motorización de amplios segmentos de la población, identificados con la salud y los valores del desarrollo humano, así como el deporte de alto nivel y profesional en procura de promover la marca-país a través de la proyección internacional de nuestras principales figuras con el componente de la identidad nacional.
Díaz entiende que la organización del deporte público y las entidades del deporte asociativo privado, han perdido mucho tiempo y energía en confrontaciones inútiles, una dicotomía donde los más perjudicados han sido los atletas, pues ello ha incidido en que no se haya producido el avance en correspondencia con nuestro fenotipo y reconocido potencial atlético.
En tal virtud, el nuevo incumbente ha tomado la iniciativa de proponer “Un Pacto Deportivo” con la participación de los distintos sectores que de una forma u otra se relacionan con la actividad, principalmente con el sector olímpico-federativo, que es la vertiente con la que el organismo de la administración pública ha tenido tradicionalmente mayores diferencias en un irracional pugilato por el liderazgo y control del sector.
El titular de Deportes está convencido de que el Pacto servirá para allanar el camino y lograr un real y fructífero acuerdo con la cúpula olímpica y las federaciones donde hay muchos intereses en juego, entre los principales: los de tipo económico relacionados con el manejo de las subvenciones y la liquidaciones de las partidas asignadas a través de los fondos públicos. Se entiende que los mismos deben ser destinados mayormente a la capacitación y preparación de los atletas de élite y a los programas de detección de talentos. Resultó muy plausible lo declarado por Díaz desde que asumió el cargo, en el sentido de que tiene la encomienda del alto mando gubernamental de manejar con la mayor transparencia posible los recursos destinados al deporte.
Este renovado impulso coadyuvará para un relanzamiento del Plan Nacional de Desarrollo Deportivo dado a conocer al país por el Ministerio del ramo en el 2015, mediante una concertación multisectorial que mereció el elogio de la opinión pública y los medios de prensa, por su exposición conceptual y metodológica.
El primer encuentro del Comité Ejecutivo del COD con el titular de la cartera y su equipo en el local de la agencia oficial se llevó a cabo en un ambiente de camaradería; lo mismo ocurrió en la reunión pautada con los directivos de federaciones olímpicas. También fue catalogado como positivo en el primer encuentro con los representantes del Programa Creso, encabezado por el empresario Felipe Vicini.
Sin embargo, creemos que independientemente de las buenas relaciones que se proyectan gracias a la amistad personal entre Díaz Vizcaíno y Mejía Oviedo, la mayor garantía desde el punto de vista institucional sería la elaboración de un nuevo marco legal donde se establezca con claridad el rol correspondiente de lo público y lo privado de nuestro sistema deportivo; de este modo, las relaciones estarían mejor resguardadas tanto en el presente como en el futuro, pues no siempre al frente de las instituciones estarán los mismos dirigentes y ejecutivos. No es casual que en los países donde no existen tales conflictos, cuentan con adecuadas legislaciones y regulaciones.