Danilo, entre La Barquita y La Ciénaga

Danilo, entre La Barquita y La Ciénaga

En una de mis conversaciones con el presidente Danilo Medina, probablemente a días de iniciar la presente gestión de gobierno. En ese momento solicité al primer mandatario la construcción de la Cañada de Bonavides, división natural entre el sector La Ciénaga y Los Guandules, en el Distrito Nacional, debido a las inundaciones provocadas por las lluvias y las pésimas condiciones de insalubridad e inseguridad de las zonas aledañas, a tal punto que varias personas han perdido la vida a consecuencia del estado de ese canal de aguas cloacales que desemboca en el río Ozama.

La respuesta del presidente Medina no se hizo esperar y meses después él mismo encabezó la inauguración de la nueva Cañada de Bonavides, dando cumplimiento así al compromiso asumido con los moradores de La Ciénaga, luego de nuestra reunión, en una de las innovadoras visitas sorpresas que el gobernante realiza a sectores empobrecidos de la nación.

En el referido encuentro con el presidente Danilo Medina me tomé el atrevimiento de solicitarle ponderar la posibilidad de reproducir en La Ciénaga, el proyecto urbanístico que desarrolla el gobierno en la comunidad de La Barquita, pues ambos sectores presentan, en gran medida, condiciones muy similares de pobreza y marginalidad.

A propósito de la reciente visita sorpresa que realizara el presidente Medina a la comunidad de La Ciénaga, donde observó las precarias condiciones de la cañada del Arrozal, quiero aprovechar la ocasión para reiterar nuestra petición de reproducir en este humilde sector, un proyecto urbanístico similar al de La Barquita. Y es que este barrio, además de ser el primero de los barrios capitaleños que forman las más grande franja de marginalidad y olvido en la margen occidental de los ríos Ozama e Isabela, es también el más próximo a las grandes urbes desarrolladas de nuestra ciudad capital.

 

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