Como Leonel, repite que es un hombre de ideas, pero no lo demuestra. Danilo nunca debatirá con Hipólito sobre políticas macro-económicas y sectoriales, para aumentar el empleo productivo y reducir la pobreza. Hipólito le lleva once puntos porcentuales y aún así condiciona el debate. Danilo quiere definir los temas, el método, las reglas y como moderador a un medio extranjero amigo. Así no.  

Danilo es más de lo mismo, por eso evade confrontar ideas. Así se comportan sus técnicos, no quisieron intercambiar con los economistas del PRD en encuentros organizados por Anje y la escuela de economía de la Unphu. Danilo es tan responsable como Leonel del modelo de crecimiento informal de la economía de los últimos siete años, caracterizado por desempleo, alta inflación y estable desequilibrios en las cuentas fiscales y corriente de la balanza de pagos. 

No tiene cómo responder temas específicos. El incumplimiento del objetivo del milenio planteado por el Banco Mundial y 189 países en el 2000 es uno de ellos. En siete años de gobierno nada hicieron los peledeístas, a pesar de haber manejado ingresos corrientes por un trillón y medio de pesos y doscientos diez mil millones de pesos como excesos de egresos sobre ingresos del presupuesto, los cuales se convirtieron en préstamos.

No obstante se deterioraron los indicadores sociales. Aumentó la cantidad de familias viviendo en la pobreza, las de ingreso per cápita suficiente para comprar una canasta de consumo básica. Quieren reelegirse, pero lo cierto es que Leonel, Danilo y el PLD fracasaron. Desde el 2002 al 2011, un millón setenta y siete mil personas pasaron a la pobreza, de la población total el porcentaje pasó de 27.8% a 34.4%. En el mismo periodo ciento cincuenta mil personas se agregaron a la pobreza extrema, es decir, aumentó la cantidad de dominicanos viviendo con un ingreso per cápita insuficiente para comprar la canasta de consumo básica.

Danilo no sabría responder porqué la inversión promedio anual, la formación bruta de capital, como promedio se redujo a 17.2% del PIB en el periodo 2005-2011, comparado con el índice de 18% del PIB en el gobierno de Hipólito. Tampoco tendría respuesta a la diferencia en la manera como se financió dicha inversión. Mientras en el gobierno 2001-2004 el ahorro interno promedio 14.4% del PIB, se desplomó a 7.6% del PIB en sus gobiernos. Dicho de otra manera, mientras Hipólito privilegió el ahorro interno para financiar la inversión, los peledeístas se fueron por el lado fácil, comprometieron el futuro de nuestros hijos, de manera irresponsable endeudaron el país.

No tiene precedente en la historia económica dominicana el flujo de capitales externos manejado por los peledeístas. Sustituyeron ahorro interno por externo. Mientras en el gobierno de Hipólito el uso de ahorro externo apenas promedió anualmente 3.7% del PIB, en los gobiernos de Leonel, Danilo y el PLD aumentó a 9.6% del PIB. Una situación insostenible, que tarde o temprano demandará ajuste, abrupto si se detiene de manera repentina la entrada de capital, como las evidencias estadísticas sugieren está sucediendo. Este fenómeno, conocido en la