Danilo: la continuidad del progreso

Danilo: la continuidad del progreso

A reservas de volver sobre el tema, con este trabajo ponemos punto final a la trilogía que hemos escrito para destacar la necesidad de que el licenciado Danilo Medina sea el sucesor del Presidente Leonel Fernández, a partir del 16 de agosto del próximo año, para que el país continúe su actual ruta de desarrollo y estabiliad, sin ningún tipo de sobresaltos. 

Este pronóstico lo basamos en la comprobadas aptitudes del seguro  candidato presidencial del PLD, su experiencia como Secretario de la Presidencia del Presidente Fernández  en los períodos 1996-2000 y 2004 al 2006, y su paso por la Cámara de Diputados, donde cumplió tres períodos constitucionales, llegando a ser el presidente de ese hemiciclo.

El licenciado Medina Sánchez basa su programa de gobierno en cinco ejes fundamentales, como son la educación, la salud pública, la creación de empleos, la seguridad ciudadana y una mejor distribución de la riqueza, punto este último que fortaleció con su reciente visita a Brasil, donde se entrevistó con el ex presidente Lula y la actual mandataria Dilma Russell.

Pero desde mi humilde óptica política y sin dejar de reconocer las dotes de peledeísta a tiempo completo, sin vacilaciones ni claudicaciones, analista, conciliador, honradez acrisolada, padre de familia ejemplar,  del licenciado Medina Sánchez, su triunfo  descansa  indefectiblemente en cuatro premisas fundamentales.

Primero, el respaldo irrestricto del Presidente Leonel Fernández, el principal líder político nacional, que no le será regateada, como ha demostrado el actual mandatario; segundo, la colocación, a partir del próximo 16 de agosto, en puestos principales del gabinete, a  seguidores incondicionales del candidato presidencial y tercero, mantener el llamado Bloque Progresista, del cual el doctor      Fernández ha sido artífice, ya que aquí, ni el PLD, ni ningún otro partido, gana solo unas elecciones presidenciales.

Danilo parte de una buena posición en la carrera por la silla presidencial, porque en la Tarjeta de Solidaridad, el Bono Gas y el Bono Luz, a pesar de que su manejador, el Vicepresidente  Alburquerque los ha mantenido  al margen de la politiquería, el PLD tiene asegurados unos 500 mil votos, al igual que en los 250 mil empleados públicos que son militantes morados, que seguramente irán para afuera si gana el PRD, y que representan cerca de un millón de votos, por lo que están obligados a votar por la continuidad del peledeísmo en el poder.

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