Danilo: ¿Apocalipsis, ahora en educación?

Danilo: ¿Apocalipsis, ahora en educación?

Nelson Marte

El presidente Danilo Medina se ha regodeado celebrando el “triunfo” del PLD en las últimas elecciones de la Asociación Dominicana de Profesores, ADP, en las que su alto dirigente Eduardo Hidalgo, ha sido reelecto como presidente.

Es extraño que un dirigente como Danilo, tenido por sagaz, haya caído en el desbarre de proclamar en público su control de la ADP.

Los periodistas sabemos que especialmente ese gremio ha estado espoleado por los intereses partidistas, pero hasta ahora los políticos se habían cuidado de disimular el dato.

El 24 de julio de 2023, en la solemnidad del Palacio Nacional y con el presidente Luis Abinader como testigo, el presidente de la ADP, Eduardo Hidalgo, y el ministro de Educación, Ángel Hernández, suscribieron un pacto dirigido a mejorar la calidad educativa, en que el gremio se comprometió a “respetar los horarios de docencia”, factor fundamental para lograr la excelencia en nuestras aulas.

Pero en la medida en que se acercaron las elecciones municipales, legislativas y presidenciales y luego de sus resultados, la ADP volvió a la suspensión de clases que había espaciado luego de aquel pacto.

Ahora ha extendido una ofensiva luchista hasta encabezar una fantasmagórica coalición “social y comunitaria”, que tuvo por objeto engancharse a la oposición a la reforma fiscal y al tema de la cesantía en la reforma laboral.

Así también en estos momentos ha lanzado una ofensiva de paralización de clases en amplias zonas del Cibao.

Los paros de ADP han llegado a un extremo tan abusivo que la Iglesia Católica, a través de su representante en el Consejo Económico y Social, sacerdote Manuel Ruiz, ha expresado el temor de que se pierda el año escolar debido a las frecuentes suspensiones de clases.

Danilo Medina puede llenarse de vanidad porque su acólito Eduardo Hidalgo haya sido reelecto en la ADP, y tenga capacidad para suspender las clases a los hijos de los pobres.

Pero todos sabemos que ese “liderazgo” se basa en un contrato de apoyo a la holgazanería de maestros; reclamando que se gratifique a educadores de pésimo desempeño; oponiéndose a las medidas adoptadas por el Minerd contra cientos de maestros cobrando sin trabajar, incluso residiendo fuera del país, y defendiendo a maestros acosadores de niñas.

El presidente Medina parece estar bravo con las autoridades judiciales porque le investigan acciones supuestamente indebidas de varios de sus hermanos; al que fuera su Encargado de Justicia en el gobierno. Al jefe de Hacienda; y algunos de sus hombres de Seguridad.

Por eso alguna de su gente en las redes y en medios han mantenido y mantienen una tóxica y saturante campaña de descalificación en contra de las cabezas del Ministerio Público.

Que les ponga abogados y que los defienda, pero que no lidere un daño tan grande como es quitarle de sus conciencias el pan de la educación a los hijos de los pobres.

Al presidente Danilo Medina le corresponde el mérito de haberle dado cumplimiento a la Ley General de Educación, desde su primer gobierno, en lo relativo al financiamiento del 4% del PIB o el 16% del Presupuesto Nacional.

Es verdad que Medina hizo efectivo ese aspecto de la Ley luego de una masiva y tupida lucha de la sociedad demandando el 4% e incluso luego de que los candidatos en las elecciones presidenciales de 2012 fueron prácticamente obligados a firmar un compromiso en ese sentido.

Pero lo importante es que Danilo inició el cumplimiento de la ley. Ojalá que no dañe con los pies ese y otros aportes hechos al país.

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