El presidente Danilo Medina Sánchez concentra ahora el mayor poder en el Congreso. Los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados responden a su facción política en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Esto sumado a la aprobación de la Ley de Partidos juega a su favor y le otorga la posibilidad de aupar otra candidatura, según la politóloga Rosario Espinal.
Medina tiene la mayor couta de los miembros de los comités Político y Central del PLD, lo que lo coloca como el dirigente más influyente, sumado a que la recién aprobada Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, pendiente de promulgación, le otorga a Medina Sánchez.
La ley se aprobó con respaldado del presidente de la República y le permite propiciar elecciones para escogencia de candidatos a cargos de elección popular por una opción de modalidades que no sean de primarias abiertas.
Medina Sánchez también controla las altas cortes en el poder Judicial y para la Ley de Partidos recibió respaldo de “los tres principales partidos de la oposición: Revolucionario Moderno (PRM), Reformista Social Cristiano (PRSC) y Revolucionario Dominicano (PRD).
El PLD tiene 106 diputados, con cuatro denominados independientes. Setenta diputados son de Medina Sánchez y la Ley de Partidos la pasó con 146 votos, al agregar los votos de los opositores.
La matrícula del Senado la integran 32 legisladores, de los que 26 siguen a Medina Sánchez y solo cuatro al presidente del PLD, Leonel Fernández Reyna.
Dos son del PRM.
Factor sorpresa. Seis años de presidencia con más fuerza. La politóloga y socióloga Espinal afirma que a través de sus años de gestión de Gobierno, Medina Sánchez ha ido consolidando su poder en las instancias de dirección del PLD. “Históricamente él (Medina) fue el estratega, organizador del partido (PLD), mucho antes de llegar a la Presidencia del país, y una vez llega a la Presidencia, además, procura ir fortaleciendo sus cuadros y sus posiciones dentro del partido”.
Asegura que Medina ha seguido por un doble carril, en el sentido de que, no solo se ha concentrado en el Gobierno, sino que también se ha concentrado en fortalecerse dentro de la estructura partidaria.
Antes de asumir la Presidencia, fue conocido por ser el estratega del partido, pero como presidente del país, no hizo lo que suelen hacer otros presidentes, que es abandonar las tareas del partido.
Por el contrario, Espinal analiza que Medina nunca quitó su mirada de la estructura partidaria. En las Presidencias de 1966 a la fecha, la catedrática observa que Joaquín Balaguer no mostró gran interés en su partido reformista.
Durante los primeros dos gobiernos del Partido Revolucionario Dominicano de 1978 al 86, el PRD lo presidió José Francisco Peña Gómez, su líder, pero él nunca alcanzó la primera magistratura del Estado.
Desinterés de Leonel Fernández. Espinal comenta que Fernández -durante sus tres gobiernos -1996-2000, y 2004-2012, se enfocó en su administración, no en su partido. “Desde 1966, Danilo Medina es el presidente que lleva doble estrategia en su presidencia de 6 años, de concentrarse en su gestión de Gobierno y, por otro lado, seguir muy de cerca la vida partidaria y su posicionamiento, a pesar de no ser el presidente del partido. “Eso es lo sorprendente”.
Medina ha jugado las fichas partidarias -indica- sin ser la cabeza del PLD, mientra Fernández se acostumbró a colocarse en una posición política superior de líder, le garantiza trayectoria de por vida.