Danilo Medina estrenó su mandato constitucional de cuatro años el 16 de este mes en ocasión de conmemorarse el 149 aniversario de la Restauración de la República, y por el corte de su discurso de juramentación, sus paisanos debiéramos creer en sus palabras y estamos en la abierta actitud de respaldarlo.
Hereda una economía que presenta dos lecturas, la primera positiva alusiva a la estabilidad cambiaria controlada por la pericia del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, en menos del 40xl en ocho años y el auge del turismo y zonas francas industriales.
En lo negativo una deuda externa de US$25 mil millones que el saliente presidente Leonel Fernández encontró en US$7 mil millones, usando esos préstamos para construir la mayoría de las obras de infraestructura; US$100 millones adeudados a los generadores de electricidad; SENASA y el IDSS muy maltrechos.
Con esa múcura aplastante, el presidente Medina intentará en cuatro años corregir esas herencias lastrantes, manejando el barril de petróleo a US$93.5l.
Prometió el flamante gobernante generar en su mandato 400 mil empleos, asignar el 4% a educación, que sugiero formalice el día 20 que comienza el año escolar en la escuela de su natal Arroyo Cano, en SJM; cero impunidad; beneficiar a un millón 300 mil dominicanos al régimen subsidiado de Salud para el 20l5; reducir la mortalidad infantil de 100 a 50 por mil: reducir pobreza en que vegetan l.8 millones y 800 mil en indigencia; eliminar el analfabetismo que castra la superación de l.6 millones; reducir la violencia que agarrota a la ciudadanía con el proyecto Vivir Tranquilo, porque Barrio Seguro fracasó por ineptitud y falta de recursos.
Empecemos todos junto al presidente Medina y constituyámonos todos en parte de la solución y no de los problemas.