Un guerrero que utilizó hasta la última de sus fuerzas para sobreponerse a la muerte fue la imagen que usó el presidente Danilo Medina para referirse a la postrimería de su fallecido padre, Juan Pablo Medina, quien fue sepultado la mañana de ayer en el cementerio Cristo Redentor, en una ceremonia a la que asistieron familiares, altos funcionarios y empresarios.
“Mi papá fue un guerrero que luchó decididamente contra la muerte, pero al final no hay nadie que pueda vencer a la muerte; también él cayó”, manifestó el mandatario pocos minutos antes del sepelio de su progenitor.
Detalló que su padre, que murió a los 101 años, era el centro de la familia pese a que llevaba seis años postrado y había perdido la voz debido a una enfermedad que no identificó.
Recordó que cuando falleció su madre, Amelia Sánchez, en 2004, pensó que la familia se desintegraría, pero su padre le demostró lo contrario, puesto que se mantuvieron unidos alrededor de él.
“Papá fue un hombre íntegro, trabajador, humano, con una profunda fe cristiana. Un hombre que amaba al ser humano no importa si lo conocía o no: en su mesa siempre estuvo dispuesto a dar comida al que llegara a su casa”, externó Medina mientras era flanqueado por su esposa Cándida Montilla.
Destacó que el trabajo y el respeto a los demás son los valores que mejor aprendió de su padre.
“Fue hombre profundamente trabajador. Yo creo que él entendía que era una máquina, que se podía trabajar incluso sin comer, porque así era él, y trabajaba todo el tiempo”, dijo a la vez que añadió que era un “hombre de entrega total”, que no quería nada que no fuera suyo.
Legado en el campo. El presidente Medina señaló que al lado de su padre tuvo la oportunidad de conocer las condiciones de vida y necesidades de los campesinos, conocimientos que ahora pone en práctica a través de las visitas sorpresa que realiza en todo el país.
“Caminando por los campos del país conocí al campesino dominicano. Y hoy lo que son mis visitas sorpresa se deben a lo que aprendí con papá, y con ellas creo que lo estoy honrando”, expresó.
Las honras fúnebres. El oficio religioso durante el sepelio estuvo a cargo de los pastores evangélicos Elvis Medina y Ezequiel Molina, ya que Juan Pablo Medina profesó por más de 60 años el cristianismo evangélico.
A la ceremonia también asistieron los ministros de la Presidencia, Gustavo Montalvo; administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta; de Interior y Policía, José Ramón Fadul; de Turismo, Francisco Javier García; y de Defensa, teniente general Rubén Darío Paulino Sem.
De igual forma, se dieron cita en el Cristo Redentor los presidentes del Senado, Reinaldo Pared Pérez; y de la Cámara de Diputados, Radhamés Camacho; además del director de la Policía, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte; la embajadora de Estados Unidos, Robin Bernstein; los dirigentes peledeístas Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro y Carlos Amarante Baret, el empresario José Luis Corripio Estrada, entre otras personalidades de la vida nacional.
Su nacimiento y partida. Juan Pablo Medina nació el 26 de junio de 1918 en San Juan de la Maguana y falleció anteayer en la mañana en su casa de la capital después de durar 38 días interno en un hospital.
Además de Danilo, le sobreviven sus hijos Milcíades, Alexis, Lucía, Aracelis, Magalis, Yadisa y Wilfredo, a quienes procreó con su esposa Amelia Sánchez.
Coincidencia un año después
El sepelio del padre del presidente Danilo Medina se produjo exactamente un año después de la muerte del padre del candidato presidencial perremeísta Luis Abinader.
Adversarios, no enemigos
Al preguntársele su parecer sobre esta coincidencia, Abinader respondió que él y Medina “son adversarios políticos, no enemigos. Y en estos momentos, ya sea de cualquier partido, pues uno lo que debe hacer es darle el abrazo de amigo y las condolencias a la familia”.