Da la impresión de que el candidato del Partido de la Liberación Dominicana, licenciado Danilo Medina, no tiene una estrategia clara con relación a la comunidad evangélica del país. Se trata de un sector muy importante, pues representa más del 20% de la población dominicana. Se dice que si los protestantes pudieran ponerse de acuerdo, ellos determinarían la suerte de un candidato político y de un partido.

Es lo que ha estado ocurriendo ya en algunos países de América Latina.

Planteo lo de la estrategia, por hacer una comparación con lo ocurrido con el Presidente de la República, cuando decidió reelegirse en la campaña del 2008.

Para entonces, el doctor Leonel Fernández no sólo se agenció importantes y grandes reuniones con el liderazgo evangélico del país, sino que su Gobierno decidió invertir en las iglesias protestantes unos cien millones de pesos en el tramo final de su campaña. Estos recursos se sumaron a los otros tantos cientos de millones que ya se habían invertido. Sin embargo, con Danilo Medina no se aprecia ni una cosa ni la otra.

Por lo visto, las manos del Gobierno están cerradas económicamente para este sector en estos momentos.

La llamada Oficina de Enlace entre el Gobierno y la comunidad evangélica hace tiempo que no recibe un sólo centavo. Hasta donde uno sepa, no se ha visto reuniones importantes de Danilo Medina con los evangélicos, para aunque sea plantearles sus propuestas e intercambiar impresiones. En lo que va de año, los creyentes han tenido dos actividades grandes – la del reverendo Ezequiel Molina el día primero de enero y la convención de las Asambleas de Dios – pero en ninguna se ha visto nada de Danilo.

Creo que algo no anda bien entre los planificadores y estrategas.