El pasado domingo, el PLD celebró simultáneamente la elección primaria de su candidato presidencial para el 2012 y un plebiscito para prolongar el mandato a su alta dirigencia por cinco años más, para completar dieciséis.
El PLD cuenta con buenos dirigentes y funcionarios, pero tiene en la cúpula un Comité Político, en el que solo caben la simulación, el autoritarismo en nombre de la disciplina, y la casi absoluta inmoralidad política y económica, donde rige la Ley de Hierro de la Oligarquía que describiese el sociólogo alemán Michels.
Ello explica el sainete del pasado domingo, con escasos votantes, al parecer multiplicados por tres, como sugieren los porcentajes anunciados, entre los cuales fueron filmados los voluntarios que sufragaron por paga y el gran número de votantes por el NO a la prórroga de poderes de triste recordación, no obstante las acusaciones de traición a los dirigentes que se opusieron a las amenazas de caos si se rechazaba.
El papel del flamante candidato Danilo Medina en esa comedia no pudo ser más lamentable. Calificó de palo encebao e inoportuno el paquetazo fiscal que empobrece aún más a la población dominicana e incapacita al empresariado para ser competitivo frente otros países del área, pero sus seguidores en el Congreso Nacional votaron en masa a favor de esa iniquidad.
La explicación de esa actitud fue dada por un ministro del Gobierno, quien fiel al pensamiento confeso prevaleciente del Comité Político, de que en política se hace lo que conviene, explicó que en pocos meses el paquetazo saldrá de la agenda electoral. Otro de ese grupo dijo en cierta ocasión que la memoria del pueblo dominicano no pasa de 55 días.
Ya es suficiente la experiencia con el falso progreso de los gobiernos del PLD, un Danilo, armador de Leonel en dos primeros períodos de comesolismo, que han creado una nueva clase de funcionarios supermillonarios a costa del futuro de la nación.
Un Gobierno de Danilo significaría más megaproyectos para seguir endeudando el país, mientras se abandona a su suerte la educación, la salud, la seguridad y las infraestructuras; significaría multiplicar las nominillas y más de medio millón de empleados sin hacer nada, incluyendo a diplomáticos que laboran por control remoto, viceministros, residiendo en el extranjero y una nueva legión de comesolos haciendo fortuna a costa del crédito público.
Danilo Medina lo único que ha hecho ante la creciente impopularidad del Presidente es cambiar el orden de la generalidad brillante de su eslogan de campaña, nada original poniendo de primero cambiar lo que está mal por mejorar lo que se ha hecho bien, probablemente aceptará a la Primera Dama como compañera de boleta, y dirá como otras veces que no habrán más impuestos; pero continuaría aumentando la corrupción, la delincuencia e impunidad para financiar su campaña con los recursos del Estado. Habrá pues más de lo mismo.
Por eso el electorado no escuchará más cantos de sirena, ni aceptará como válidas las acusaciones mendaces de los programas por TV y la prensa secuestrados por el poder establecido.
El 20 de mayo del 2012 será de desquite histórico del pueblo dominicano sobre los comesolos