Danilo, otro estilo de gobernar

Danilo, otro estilo de gobernar

Al iniciar su gestión de gobierno, el Presidente Danilo Medina Sánchez, auscultando el sentir del pueblo, ha demostrado, que tal y como lo anunciara en su discurso de toma de posesión el pasado 16 de Agosto, habrá una absoluta concordancia entre su pensamiento y su acción, como lo enseña el viejo adagio latino “Res, non verba”, es decir, hechos, no palabras.

Por ello no fue de extrañar que su primera gestión fue la adopción de un Código de Ética, algo sin precedentes, para dejar claramente establecido que la pulcritud en el manejo de los escasos recursos disponibles es una forma de conducta obligada,  a la cual deberán ceñir sus actuaciones todos los integrantes del gabinete, al igual que los titulares de las instituciones descentralizadas del Estado.

De ahora en adelante, no solo se exigirá probidad en el manejo de los dineros públicos, sino que además todo alto funcionario tendrá que demostrarlo. La austeridad es la consigna de la hora, no solo en cuánto a emolumentos propios de cada función o rango, sino en cuánto a los estipendios, desde el uso de vehículos de gran cilindrada, tarjetas de crédito, viáticos y otras ventajas tradicionalmente añadidas tradicionalmente a las altas posiciones del Estado.

No habiéndose producido un desplazamiento del partido en el poder, cosa rutinaria entre nosotros cada cuatro años, se ha exigido que no haya despidos masivos en los distintos ministerios, para que se respete la categoría de empleado público de carrera, lo que se ha facilitado por la confirmación de un selecto grupo de altos funcionarios de la administración del doctor Leonel Fernández.

Tres grandes ejes marcarán el inicio de la gestión del Presidente Medina Sánchez, como son el enfrentar el grave déficit fiscal que agobia al gobierno central, impidiendole avanzar con la celeridad que el Primer Mandatario deseaba, para lo cual se hace imprescindible un pacto entre todos los sectores productivos de la nación, que oportunamente serán convocados al efecto, en busca del necesario consenso para una cuestión tan importante.

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