El Pais/ El Presidente Danilo Medina Sanchez participa de la Reunion del Comite Politico,en la Oficina del Comite Politico ,del PLD, ,Hoy/Jose Francisco ,19-11-2019
Este domingo el PLD escoge a su nuevo presidente, y al secretario general entre cuatro candidatos
Con la imagen disminuida y cuestionada por los casos de corrupción que se le imputan a su gestión al frente del Poder Ejecutivo, el expresidente Danilo Medina probablemente sea proclamado el domingo como el nuevo presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), una organización que apenas procesa su salida del poder después de 16 años consecutivos.
El exmandatario, que tiene en su impronta ser uno de los más importantes estrategas de ese partido, ahora tendrá bajo sus hombros el desafío de conectar a esa organización política con segmentos de la sociedad que votaron mayoritariamente por su salida del poder, y sacarle provecho al estatus de segunda mayoría para hacer una oposición que mine las estructuras del triunfante Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Internamente, Medina tendrá que recomponer las estructuras del partido, que que quedaron diezmadas por la renuncia del expresidente Leonel Fernández, quien formó tienda aparte con la Fuerza del Pueblo, en repudio al manejo turbio que, según él, se dio a la convención interna para escoger al candidato presidencial del PLD.
En esa contienda, realizada en 2019, Fernández competía con Gonzalo Castillo, el pupilo de Medina que resultó ganador.
Pero recomponer esas fuerzas y reconstruir la imagen del partido podría significar una tarea ardua, tomando en cuenta que la salida del poder del PLD no solamente fue estrepitosa porque perdió el Poder Ejecutivo y la mayoría de los escaños en el Congreso y en los municipios, sino también porque le pisan los talones casos de corrupción como el de Odebrecht, que representa el pago de 92 millones de dólares a funcionarios y exfuncionarios para conseguir la contratación de obras públicas en el transcurso de los gobiernos peledeístas.
A ese caso se suma ahora un proceso judicial en ciernes: la Operación Antipulpo, en la cual están vinculados dos hermanos del expresidente y otros exfuncionarios, a quienes el Ministerio Público les imputa cargos de corrupción administrativa que envuelven alrededor de RD$4,700 millones.
Medina también tendrá que devolverle al PLD el activismo de pasadas décadas, y que se perdió en la medida que dejó de ser un partido de cuadros para convertirse en una organización abierta que, además, le llovía el éxito político.
Congreso Bidó Medina. A través del IX Congreso Ordinario José Joaquín Bidó Medina el PLD inició un proceso de renovación que culmina el domingo, con la escogencia del presidente y del secretario general.
Hasta el momento solo se perfila a Medina como el futuro presidente; si bien él no ha externado esas aspiraciones, sus cercanos seguidores lo dan por un hecho, y a la par ningún miembro de la cúpula del partido ha mostrado interés por el cargo.
De ser así, Medina será a partir del próximo domingo el tercer presidente del PLD, en los 47 años de fundación de la organización política.
Sus antecesores son el expresidente Fernández, que ocupó el cargo desde 2001 hasta que abandonó el partido, y el profesor Juan Bosch, su fundador, que se mantuvo hasta el año 2000. Tras la salida de Fernández se designó a Temístocles Montás como presidente interino.
En cuanto a los aspirantes a secretario general, estos son Aristipo Vidal, Andrés Navarro, Charlie Mariotti y Rubén Bichara.
Tanto el presidente como el secretario general serán escogidos por el Comité Central, un órgano cuya membresía fue aumentada a 1,200 miembros, como parte de los cambios establecidos por el Congreso Norge Botello.
El Congreso también dispuso el aumento de la matrícula del Comité Político, para pasar de 35 a 45.
Voces críticas. El Congreso Norge Botello se realizó con el sello de la renovación. Sin embargo, algunas voces negaban el carácter democrático que la cúpula se empeñaba en impregnarle.
Peledeístas como el exdiputado José Laluz se atrevieron a decir que el PLD opera como un colmado de Medina, porque las decisiones se tomaban a su imagen y semejanza.
José Tomás Pérez, exembajador en Washintog, dijo su cuenta de Twiiter que el PLD “necesita un presidente que al tiempo que lo unifique, permita sin sonrojarse la disidencia”, y en ese sentido entiende que esa figura la encarna Medina.
Sin embargo expresó que “un PLD progresista tiene que despojarnos de esa hipocresía llamada centralismo democrático, instrumento histórico de la coerción, un tapaboca para los que no están de acuerdo con las ideas del establishment”.
PLD progresista
El Partido de la Liberación Dominicana se define como “una organización política de naturaleza progresista, popular y moderna, cuyo objetivo es completar la obra de Juan Pablo Duarte y Los Trinitarios, mediante el fortalecimiento de la democracia, la libertad, la justicia y la inclusión social, la modernidad, el progreso, el desarrollo sostenible, la equidad de género, la protección del medio ambiente, la adaptación al cambio climático, la solidaridad, y la paz”.