Danilo, ¿un hombre con suerte?

Danilo, ¿un hombre con suerte?

Danilo Medina, o tiene mucha suerte o le echaron una maldición, ya que el Presidente Fernández anunció que se lanzará a la campaña electoral  tan pronto se defina el candidato a la presidencia por el PLD, donde es de suponer que Medina tiene amplia ventaja. O sea, el príncipe, el magnífico, el Atila dominicano, está listo para  tirarse al ruedo, advirtiendo que vienen como un león, rugiendo y arañando. Como diría un afeminado “hay, que miedo”.

No sé si hay que felicitarlo o darle el pésame, por lograr ese gran apoyo de su Presidente, cuando mucha gente especulaba que le daría la espalda al mejor estilo de Balaguer. Ahora podrá contar con las huestes leonelista, encabezado por hombres como Félix Bautista y comparsa.

Eso implica que Danilo Medina hará su campaña siguiendo dos vertientes: la primera, atacar al PRD como partido que no sabe gobernar, que es un retroceso y que fue el culpable de la crisis financiera del 2003. Y segundo, defendiendo la obra de gobierno de su Presidente y colaborador y garantizando que seguirá su ejemplo, conduciendo al país hacia el progreso y el bienestar.

Si algunos colaboradores de Danilo Medina estaban pensando en hacerle cierta oposición al gobierno o distanciarse de sus “logros y hazañas en estos últimos 7 años”, deben repensar su estrategia, porque eso los puede llevar al cadalso. Tienen necesariamente que estrechar el cerco con su presidente y defender a brazo partido su obra de gobierno.

Pero las dos vertientes mencionadas en que se sustentará la estrategia del candidato peledeísta tienen sus inconvenientes. Comenzando, que después de siete años de mentiras, irrespetos, arrogancia, abuso de poder e intolerancia, es muy difícil retomar ese retorcido argumento de que la crisis del 2003 fue culpa del PRD, cuando fueron los propios peledeístas que la fomentaron desde su primer gobierno y se aprovecharon de los sucesos ocurridos posteriormente, para aliarse a los responsables de esa crisis, obteniendo con ello grandes beneficios financieros, mediático, políticos y electorales.  Danilo Medina era parte del gobierno en ese entonces y sabe muy bien cómo se manejó esa relación con los banqueros sometidos a la justicia por el fraude.   

Es difícil encontrar un dominicano consciente que no se haya dado cuenta de esa sucia trama orquestada por el PLD en la campaña del 2004 y el 2008, donde por un lado, culpaba al gobierno de Mejía de la crisis bancaria y a su vez se aliaba a los banqueros responsables de misma, a los que le sacaron mucho dinero a cambo de inmunidad. No la pudieron cumplir por la presión del FMI y el resto de la comunidad internacional.

Pero a Danilo le queda la segunda vertiente, que es arroparse en la gran obra de su Presidente y de su partido. Podrá hablar de los logros en salud y educación, donde hemos retrocedido 20 años; de los avances en el combate a la pobreza, donde hemos retrocedido décadas, como dijo recientemente OXFAM internacional; o quizás hablará de la economía, donde los déficit, las deudas y el despilfarro de los recursos, tienen al país al borde de una catástrofe, que no ha explotado por la paciencia y tolerancia de los dominicanos. Pero hay otros temas de interés del que podrá hablar, como el desempleo, la inseguridad ciudadana, el costo de la vida, los interminables apagones, el narcotráfico y la bendita corrupción. Pero con ese apoyo que recibirá del Presidente y de su club privado de millonarios ¿Se atreverá Danilo a mencionar la palabra corrupción?

Como diría el tigeraje dominicano “oye hermano no me defienda”.

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