Durante la pasada campaña, el Lic. Hatuey Decamps, a pesar de que apoyó militantemente la candidatura presidencial de Hipólito Mejía, reconoció en reiteradas ocasiones la honestidad política de Danilo Medina, y el valor de sus propuestas electorales.
Entre Danilo y Hatuey ha existido siempre una especie de mutua admiración y simpatía, y por ello cuando se han enfrentado, lo han hecho con la altu- ra y el respeto de dos líderes políticos civilizados que practican la democracia.
Todos sabemos que Hatuey Decamps no es un negociante de la política, virtud que le ha permitido mantener la autoridad, el decoro y la independencia – para asumir posiciones de principio y de defensa de los mejores intereses nacionales.
La residencia del cacique en el ensanche Naco fue visitada en varias opor- tunidades por el entonces candidato presidencial Danilo Medina, y el trato recibido por éste último fue exquisito, considerado y muy distinguido, pues la afinidad entre ambos fue evidente, fundamentalmente sobre el enfoque de los grandes temas del país.
En tal sentido, en una situación tan difícil como la que le espera al pre- sidente Danilo Medina, el consejo y la orientación de un Hombre de Estado como Hatuey es conveniente para enrumbar los destinos de la nación, por cuanto estamos convencidos de que más temprano que tarde estos dos extraor- dinarios líderes abordarán la problemática dominicana.
Para nadie es un secreto que Hatuey tiene gran influencia en los principales sectores del transporte, que la histórica dirigente sindical Eulogia Familia se identifica con su causa, y de que él de por sí representa un activo político que puede ser aprovechado por el presidente Danilo Medina.