Danilo Medina, candidato presidencial de la Concertación Patriótica, visitó  la sede principal del Partido Reformista, donde se reunió con la alta dirigencia de esa agrupación y posteriormente   participó en un encuentro con los dirigentes medios en el Auditorio Joaquín Balaguer.

Es la primera vez en la historia del reformismo que tiene ya cuarenta y ocho años, que ese partido lleva en su boleta un candidato extra partido. Y por supuesto también es la primera vez que ese candidato visita su local principal en esa calidad. Danilo fue recibido por los reformistas allí presentes, con entusiasmo y respeto.  Ese contacto con las raíces del partido del gallo colorao sirvió principalmente para despejar muchas dudas e interrogantes infundadas que desde hace tiempo vienen rondando en las esferas reformistas.

Muchos dirigentes del PRSC, de todos los niveles se habían formado la idea de que el candidato escogido y algunos  miembros de su entorno no  eran muy adeptos al reformismo. Los que así pensaban no conocían la trayectoria de Danilo ni las fructíferas relaciones que éste  ha mantenido con los reformistas desde hace años.  Basta con recordar algunos hechos  que demuestran los positivos contactos mantenidos por el hoy candidato de la Concertación y dirigentes reformistas.

Estas relaciones permitieron  a Danilo presidir, junto a otros de sus compañeros, la Cámara de Diputados en parte del periodo 86-90, cuando el PRSC tenía la hegemonía de ambas cámaras legislativas. 

El ingeniero Federico Antún Batlle, uno de los dirigentes reformistas de mayor protagonismo en los últimos años, narró en mi presencia, en cierta ocasión, la decisiva participación de Danilo en los acontecimientos que dieron como resultado el “Pacto Patriótico” de 1996.

 En los años posteriores, Danilo Medina siempre mantuvo una permanente y  cordial relación con muchos dirigentes del reformismo,  de las cuales puedo dar testimonio personal.

El mito injustificado que alejaba a Danilo de algunos reformistas ha terminado.  Su candidatura es la candidatura reformista y la adhesión a ella unánime  dentro de las filas del partido, determinará el triunfo en primera vuelta, cuando se cuente los votos de la casilla electoral número tres.