Danilo y Luis, por vías diferentes, pero en el mismo sentido

Danilo y Luis, por vías diferentes, pero en el mismo sentido

Después de los últimos acontecimientos post electorales que han creado inquietud e incertidumbre en algunos sectores de la sociedad, y de lo que tantos voceros hablan y opinan, algunos dando a entender que el mundo se va a acabar, soy de los que, por el contrario entienden, que tanto Danilo Medina como Luis Abinader, aunque por vías y metodologías diferentes, no difieren de objetivos.
Danilo Medina, luego de las elecciones del domingo antes pasado, esperó un par de días para convocar dirigentes de su partido a celebrar la victoria, acto en el cual pronunció un discurso motivador. Haciéndolo como entendían los peledeístas que era conveniente.
Luis Abinader, como actual cabeza de oposición, desde que la Junta Central Electoral comenzó a dar informaciones parciales de las elecciones presidenciales, congresuales y municipales, comenzó a levantar la voz de alerta o de protesta por la forma en que se emitían dichos boletines. Haciendo lo que los perremeístas y oposicionistas entienden necesario.
Danilo, como presidente y candidato ganador, cuando habló a su militancia y al país días después de las elecciones, reflejó que no solo quería agradecer el trabajo o apoyo de sus partidarios y aliados, sino, transmitirle a la ciudadanía los grandes retos que tiene por delante la nación, razón por la cual, además de conquistas logradas, habló de la necesidad de aunar esfuerzos futuros con la oposición para alcanzarlos.
Luis, en su rol de principal candidato oposicionista, cuando habla o se traslada a diferentes lugares donde existen inconformidades frente a las Juntas Provinciales o Municipales, contrario a lo que algunos entienden, no hace otra cosa que mostrarle solidaridad a sus dirigentes, pero al mismo tiempo, estableciendo una especie de muro de contención, tomando el control frente a cualquier locura radical de grupos o dirigentes insensatos.
Danilo Medina, con experiencia legislativa, gubernamental, y 4 años de presidente, sabe igual o más que nadie los grandes retos existentes, así como la necesidad de un clima de confianza y gobernabilidad para poder impulsar las reformas formuladas de fortalecer la economía, la salud, la educación, la seguridad y sobre todo la institucionalidad. Pensando que no solo se requiere contar con una mayoría congresual, se podría interpretar lo que expresó ante su militancia cuando exhortó a la unidad.
Luis Abinader, a pesar de pronunciamientos que algunos consideran gritos de guerra que podrían alterar la institucionalidad democrática, está aprovechando, a mi juicio, para lograr varios objetivos: además de apoyar los reclamos de dirigentes, envía un mensaje claro de que está dispuesto a luchar por su liderazgo más allá del presente inmediato. Porque si hay analistas que entienden que pronto podría iniciará una lucha interna, él debe estar consciente más que nadie. Además, debe imaginar que en la oposición, pronto se romperá la taza, y cada quien para su casa.
Por eso entiendo que Danilo, sin provenir del sistema, pero gobernando bajo sus métodos, y Luis Abinader, sin ser Presidente pero siendo parte importante del sistema, aunque aparentemente andan por caminos paralelos, ambos marchan hacia propósitos similares.

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