Algunos de los grandes de la música han padecido daños cerebrales que incluyen: demencias, ACV –derrames-, tumores cerebrales, sífilis, etc.; todas de las cuales han alterado su producción. La música como el arte de ordenar los sonidos en notas y ritmos para obtener un patrón o efecto deseado, esto en una definición simple. Esta se une al lenguaje en formas diferentes como los recitativos, el canto, la poesía, las inflexiones del lenguaje cotidiano o la notación musical. Pero esa producción musical de hoy, llamarla yo música me cuesta trabajo en mi cerebro, ya que ninguna me resulta placentera, no estimulan mis regiones cerebrales paralímbicas.
En general, las funciones musicales requieren tres capacidades fundamentales: el sentido del sonido, el sentido rítmico y la capacidad de trasladar la percepción musical a un contenido emocional o intelectual. Las lesiones cerebrales llevan, en ocasiones, a disociaciones sorprendentes de las habilidades musicales. Primer caso, Maurice Ravel (1875-1937) quien es el gran representante de la moderna escuela musical francesa. De personalidad compleja, su más celebre producción fue su famoso Bolero. El padeció de una afasia de Wernicke con afasia sensorial, es un trastorno del lenguaje consistente en la incapacidad para comprender y repetir el lenguaje hablado, luego hizo una hemiparésis, la mitad del cuerpo se le paralizó, por el progreso de un tumor cerebral. Ravel continuó sirviéndole el arte hasta su muerte acaecida en París luego de una cirugía para extirparle el tumor.
George Gershwin (1889-1937) fue un músico estadounidense excepcional, que en su corta vida produjo las piezas más importantes del arte musical norteamericano. En 1924 escribe Rhapsody en Blue; en 1928, An American in Paris; en 1931. Películas, óperas, jazz. Su enfermedad se inició con unos eventos de ausencias (forma de epilepsia) cefaleas persistentes, y posteriormente una bradifrenia progresiva (apatía, lentitud en elaborar los procesos mentales) Tocó el piano hasta unos cuatro días antes de su muerte, acaecida en Los Ángeles, California, luego de una operación para extirparle un tumor cerebral.
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Gaetano Donizetti (1797-1848) fue un compositor dramático italiano muy prolífico conocido por sus óperas que contiene la famosa aria Una furtiva lagrima, el Elixir del amor y otras muchas. Prolijo en óperas, misas y cantatas. Trabajó unos años en París. Es a partir del 1843 que la neurosífilis se le empezó a manifestar y el en 1846, tuvo que ser admitido en una institución para demenciados. La neurosífilis es una enfermad causada por una bacteria, el Treponema Pallidium. Estos hombres de gran producción musical, sabemos que las alteraciones en algunas áreas cerebrales hacen que se genere intelectualmente muy diferente a la persona sana, pues se estimulan áreas que en la normalidad son “silentes” y les aumente eventualmente la creatividad.
En resumen, esos grandes y geniales compositores padecieron muchos de ellos depresión, bipolaridad y esquizofrenia. También es sabido que muchos escritores y poetas son bien conocidos en cuanto a sus desequilibrios emocionales, no son menos los constructores de la magia sonora, del arte más excelso que existe, ya que nace y muere de continuo. Sin embargo, también mencionemos a Sebastián Bach (1685-1750) quien es un ejemplo opuesto, pues logró una gran obra creadora, de una personalidad muy estable y con buena salud. Félix Mendelssonhn (1809-1847), es otro buen ejemplo, llevó una vida correcta, sin sobresaltos, es decir que no todos padecieron enfermedades neurológicas ni psiquiátricas.