Daños a la infraestructura

Daños a la infraestructura

Sin haber concluido la reparación de los grandes daños a la infraestructura vial causados por las lluvias de noviembre de 2016, el país está ante el drama del colapso de puentes, destrucción de tramos carreteros y caminos vecinales, así como avería de acueductos ocasionadas por los aguaceros de estos días. Se trata de una calamidad que demandará la inversión de cuantiosos recursos económicos y la revisión de criterios técnicos para garantizar mayor durabilidad de las obras.
Siendo la comunicación terrestre un elemento vital en la dinámica de la economía, será preciso colocar en el orden de prioridades la reposición de los medios terrestres dañados. Hay que hacer un énfasis especial para la rehabilitación inmediata de los acueductos sacados de servicio por averías en sus tomas y depósitos. Restablecer el suministro de agua potable es esencial para disminuir las posibilidades de brotes de enfermedades.
Y hay que hacer las previsiones necesarias ante la posibilidad de que la temporada ciclónica, que está a la vuelta de la esquina, nos coloque en más aprietos por embates de nuevas perturbaciones atmosféricas cuyos efectos eventualmente puedan agravarse en virtud de la saturación de los suelos dejada por las lluvias. El Gobierno debe dar prioridad a la inversión necesaria para restaurar todo lo dañado.

Más agresión para la democracia

El presidente Nicolás Maduro, cuyo régimen tiene sumidos a los venezolanos en una crisis institucional y económica, ahora pretende hacer una constitución a la medida de sus apetitos de dominación. La meta parece ser la eliminación total de la oposición política, que en buena lid ganó el control del Congreso. Los países democráticos de América deben levantar su voz para declarar inadmisible desde todo punto de vista este nuevo atropello sobre la democracia.
Estamos ante un nuevo ingrediente que puede agravar la crisis institucional que vive Venezuela y que ha lanzado al exilio a miles de los hijos de esa tierra que alguna vez fue próspera, alegre y unida. Debe haber una postura firme de rechazo a este tinglado que pretende desmontar paso a paso los vestigios de la democracia venezolana.

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