Los damnificados que no han podido reponer sus viviendas, los caminos vecinales deteriorados, los puentes rotos, las inundaciones contiguas al lago Enriquillo y el mal estado en que quedó San José de Ocoa son, entre otros, de los grandes temas ausentes en las medidas aprobadas en la Cumbre Presidencial celebrada en las últimas semanas. Estas realidades y otras constituían, en sí mismas, elementos para elaborar una agenda de urgencias, de asuntos que no pueden esperar mucho tiempo.
Las familias vulnerables a los fenómenos naturales que impactan al país, no estuvieron en las agendas para las discusiones en las mesas de la primera etapa de la Cumbre de las Unidad de las Fuerzas Vivas, actividad que se lleva a cabo con la finalidad de convenir medidas que permitan enfrentar los efectos en el país de la crisis económica global.
En el 2008, los embates de las tormentas desnudaron, como siempre, la inseguridad de miles de dominicanos cuyas viviendas se levantan en las riberas de ríos y en las proximidades de arroyos y cañadas.
Ante la magnitud de las tragedias de ese año, el presidente Leonel Fernández anunció la creación de un Plan de Reordenamiento Territorial para impedir que se siguieran guareciendo en zonas vulnerables.
Hasta el momento, ese proyecto no ha pasado de la teoría a los hechos, y entre tanto las fuertes lluvias de la semana pasada sepultaron la comunidad Carlos Díaz, en el municipio Tamboril, en la norteña provincia Santiago.
Las inundaciones. Desde noviembre de 2007, la República Dominicana ha sido golpeada por varios ciclones y tormentas, entre ellos Olga, Noel, Hanna, Ike y Gustav.
Su impacto ha sido devastador en el contexto de pérdidas de vidas, inundaciones, destrucción de importantes vías de comunicación e inundación de predios agrícolas.
En San Cristóbal, una de las provincias sureñas más afectada por Olga y Noel, quedan aún por reparar caminos vecinales en Los Cacaos y el puente de Hato Damas.
En Barahona, todavía los moradores esperan que el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos repare el canal Trujillo, destruido por la crecida del Yaque del Sur, durante la tormenta Ike.