Preocupación. A pesar de que algunas escuelas de baile y profesores independientes se han mantenido impartiendo clases virtuales, las dificultades para los alumnos y la parte económica para los maestros es insoportable.
Aunque las ventajas que dan las plataformas virtuales han sido las grandes aliadas del mundo del espectáculo, ya el sector ha ido expresando su preocupación y deseo de reabrir en momentos en que a pesar de que la COVID-19 sigue en ascenso en el país, algunos sectores continúan abriendo mientras que la industria del arte y la cultura sigue paralizada.
De esto hablaron las bailarinas y coreógrafas Larybel Olivero y María Emilia García, ambas también profesoras.
“Al comparar las clases de danza virtuales con las presenciales es todo muy diferente, pues la experiencia que se vive al tomar una clase presencial, la energía que se transmite en la clase de persona a persona, la posibilidad de absorber los conocimientos de tu maestro de primera mano, no tiene comparación con una clase virtual, es una opción no muy viable en nuestra opinión, pero algo es mejor que nada”, expresó Larybel, quien es la directora de Nucleo Extremo, una de las escuelas de baile más importantes del país.
Olivero continuó explicando que en lo que se refiere a la parte económica “tuvimos una baja como nunca antes en el alumnado de nuestra academia, puesto que no todos los estudiantes se sienten animados a realizar clases a través de una plataforma digital y prefieren esperar a que todo se normalice para poder regresar, así como otros ya no cuentan con los recursos debido a la situación económica para invertir en sus clases de baile”.
De su lado, María, quien es una de las integrantes del Ballet Nacional Dominicano explicó: “Toda la metodología y programación de la enseñanza ha tenido que replantearse y modificarse a la modalidad virtual.
La mayoría de los hogares no cuentan con el espacio ni las condiciones necesarias para practicar este tipo de enseñanzas.
Sin embargo, algunas instituciones han buscado la forma de colaborar; por ejemplo, gracias al Patronato Dominicano por la Danza ha sido posible continuar el trabajo, han aportado al Ballet Nacional Dominicano, a la Escuela Nacional de Danza, entre otras instituciones materiales esenciales como barras caseras para poder continuar las clases de ballet”.
Aunque algunas escuelas de baile han decidido abrir con las debidas medidas de protección, no todos ven prudente esta reapertura.
Al preguntarle a María si está de acuerdo con volver a las clases presenciales respondió: “No, entiendo que por la naturaleza de la danza abrir las clases presenciales en este momento pondría en riesgo nuestras familias; soy de la opinión de que se deben seguir las clases virtuales mientras no esté bien controlada la pandemia; la salud es primer orden.
Luego que todo se estabilice reabrir las escuelas con todas las medidas de precaución”.
A esta misma pregunta, Larybel contestó lo contrario.
“Estamos en total acuerdo de iniciar con las clases tomando en cuenta todas las medidas de seguridad para que regresemos y podamos disfrutar de este medio de vida tan valioso que agrega tantos beneficios para todos y que sustenta a la vez a tantas familias”.
La industria. Mientras más pasan los días, más desesperados se muestran algunos Djs, cantantes, productores, directores, actores y bailarines, músicos y otros involucrados que viven del entretenimiento, que piden la reactivación de la industria o la ayuda del Gobierno.
Recientemente se han dado a conocer algunas alternativas para empezar con la apertura del teatro en zonas abiertas y con el cine al aire libre.
Larybel
Esta situación ha unido muchas escuelas para buscar soluciones conjuntas, a impulsar el desarrollo de la danza y para cuidar nuestros derechos y hacer cara a nuestros deberes.
Muy pronto el gremio estará ofreciendo informaciones importantes de las soluciones que se han pensado y que estarán siendo planteadas y presentadas a los organismos correspondientes”.