Desde que nacemos y llegamos a este mundo estamos de una forma u otra vinculados a otras personas, yendo de la mano con las actividades que nos competen, intereses, etc. Es imprescindible para el ser humano relacionarse con otros humanos cercanos, de ahí que se explica la esencia de “ser social” que trae como consecuencia ese accionar colectivo en diferentes ámbitos. A esto podríamos llamarle grupo social primario (familiar).
Luego, podríamos especificar un segundo grupo social donde compartimos nuestros deseos, objetivos, metas, etc. y por tal razón somos miembros o parte de ese mismo espacio social, a este grupo le llamamos “Grupo Secundario”.
Con nuestros colegas de estudios de colegio o la universidad compartimos nuestra meta de graduarnos, y posteriormente lograr obtener un título en la universidad y luego proseguir con otros anhelos intelectuales, sin embargo existe una parte de nuestro ser muy importante y es ese ‘ente” espiritual.
Existen grupos formales en distinto sectores de la sociedad, que promueven el bienestar social pero van más allá de lo social porque este tipo de actividades ya sea directa o indirectamente proporciona en el ser humano una agradable sensación de satisfacción y crecimiento espiritual.
En muchas ocasiones he tenido el privilegio de vivir tal experiencia y no se puede explicar tan fácil en un conjunto de letras lo que marca la existencia misma de uno como tal.
El afán del diario vivir y las preocupaciones de obtener lugares especiales en la sociedad nos han opacado la esencia de nuestra existencia en la misma y nos han hecho olvidar que cuando nos entregamos para dar un poco de lo nuestro a otros, recibimos una lección incalculable e inolvidable. Les invito a tener una experiencia de este tipo, ya sea en tu iglesia o club de tu comunidad, anímate a sacar un momento y acercarte a un grupo que promueva esta filosofía, es importante darnos una oportunidad de vernos en el espejo de la realidad actual y saber que cuando movemos una piedra del camino estamos permitiendo que alguien tenga el privilegio de tener un mejor caminar, mucho más seguro y con menos riesgos.
Si la palabra sociedad se aplicara el término así mismo el mundo sería diferente donde existiera realmente un objetivo común y un accionar colectivo.
Por último, la decisión la tomas tú pero los resultados sociales no solo dependen de los gobernantes, también de nosotros, seamos partícipes de aunque sea un granito de arena para tener un mundo mejor.